Las balas ‘zumbaron’, los heridos gritaban por auxilio y los vecinos, ‘ni bola’. Al 911 nunca llamaron porque nadie se metió en la ‘plomiza’ de la madrugada del domingo 17 en el barrio Monte Sinaí, del sur de Esmeraldas, en la que seis personas de una misma familia fueron acribilladas y uno más, un niño de 2 años, habría muerto asfixiado por el cuerpo de su mamá.  

La masacre ocurrió aproximadamente a las 03:30. Hombres encapuchados y con gorras, según testigos, ingresaron a la casa de la familia Araujo y acribillaron a sus miembros mientras dormían. Una niña de tres años que no se despertó, a pesar de los gritos y el alboroto, fue la única sobreviviente de este brutal atentado. 

Los siete cuerpos, de tres mujeres, tres hombres y un bebé de dos años, estaban repartidos en las habitaciones, en los pasillos de la casa y en el patio, según constató la policía en la escena del crimen.

Esta familia estaba compuesta por padre, madre, tres hijos, un yerno y un bebé de dos años. El bebé no presentaba heridas de bala, por lo que se presume que murió por asfixia, ya que lo encontraron debajo del cuerpo de su madre que estaba boca abajo sobre una cama.

Mientras que otra menor de edad de 11 años fue abatida al intentar huir por la puerta delantera de su residencia. El cuerpo de la niña, con varios impactos de bala, fue hallado en un charco de sangre. 

Otros testigos del hecho contaron que a esa hora de la madrugada sujetos armados ingresaron a la fuerza al domicilio de los Araujo y arremetieron contra todos sus integrantes.  

Mientras que un vecino que se había despertado a esa hora cuenta que escuchó una ráfaga de disparos a eso de las 03:30 y gritos desgarradores, además del ruido de dos motos. “No pudimos ver nada porque nos metimos debajo de la cama, pensábamos que era una balacera en plena calle”, relató el hombre, quien prefirió no identificarse. 

Según las primeras investigaciones de la policía, en el inmueble atacado se expendían sustancias sujetas a fiscalización y también se receptaban y comercializaban objetos robados. “Esa sería una motivación del asesinato, estamos sacando información preliminar en el sector”, adelantó el coronel Javier Buitrón, comandante de Policía de Esmeraldas. 

Otro morador del sector contó que esta familia ya había recibido algunas amenazas y que no sería la primera vez que llueven las balas allí; sin embargo, nadie había resultado herido anteriormente. “Ya estaban advertidos”, refirió. 

Como los vecinos prefirieron no involucrarse, los únicos que pudieron avisar del hecho violento fueron otros familiares luego de ser alertados por conocidos de la zona.

Los adultos fallecidos presentan disparos de armas de fuego y tienen antecedentes penales por microtráfico de droga, asalto y robo, confirmó la Policía Nacional después de realizar el levantamiento de los cuerpos. Los asesinos habrían utilizado un fusil para acabar con esta familia.

Miembros de la Dirección Nacional de Delitos Contra La Vida (Dinased) y la Fiscalía recopilaron datos para dar con los criminales. 

Los cuerpos fueron retirados de la vivienda y luego trasladados a la morgue para la pericia legista.

Defiendan la vida

En el sector no hay cámaras de vigilancia, por lo que la policía pide la colaboración oportuna cuando se observe este tipo de actividades ilícitas. Sobre el nivel de violencia que se vive en la provincia, el comandante Buitrón asegura haber solicitado a sus uniformados utilizar las armas para defender sus vidas y las de todos los esmeraldeños.