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El padre del niño de 12 años acaricia el féretro blanco donde reposan los restos de su hijo mayor.CHRISTIAN VASCONEZ

Tengan compasión: en menos de 7 horas, dos menores fueron víctimas colaterales de hechos violentos; uno falleció

Uno de los perjudicados era un menor de 12 años que almorzaba en un comedor a una cuadra del local de su padre, en Bastión Popular. La otra, una bebé de dos meses de nacida, fue herida por un proyectil que ingresó al cuerpo de su padrastro, en Pascuales.

Otra vez la violencia criminal se ensaña con dos menores de edad. Dos pequeños, uno de 12 años y una bebita de dos meses de nacida, son las últimas víctimas colaterales de la delincuencia organizada.

Con la muerte del primero, ya son 29 los niños que han sido asesinados en lo que va del año en la Zona 8, conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón. Estos dos últimos hechos se produjeron en el distrito Pascuales, con escasas siete horas de diferencia.

En 2022, en la Zona 8 se han registrado 1.288 asesinatos. Los distritos con más crímenes son Nueva Prosperina (277), Sur (181), Portete (139) y Esteros (134).

El primer hecho ocurrió en el bloque 6 de Bastión Popular, en el noroeste del Puerto Principal. Emerson, quien el 13 de mayo pasado cumplió 12 años y era oriundo de Riobamba, provincia de Chimborazo, almorzaba en un restaurante, a una cuadra de la peluquería de sus padres, cuando fue alcanzado por dos proyectiles que terminaron con su existencia. Una de las balas ingresó a su abdomen y la otra en la cabeza.

29 niños han sido asesinados en la Zona 8 en lo que va del año.

El coronel Víctor Molina, jefe del distrito Pascuales, informó que de acuerdo con las investigaciones, los criminales, al parecer, iban a matar al dueño del comedor, Yandri Párraga. Sin embargo, en el atentado resultaron baleados su acompañante, Jhon Burgos Sánchez, y el menor de edad. Ellos fallecieron y Párraga quedó gravemente herido.

Entre lágrimas y contemplando con tristeza el féretro de color blanco donde iban a reposar los restos del mayor de sus dos niños, Wilson, padre del menor fallecido, relató a este Diario que su primogénito llegó veinte minutos antes a su local y que le preguntó a dónde había comprado la comida.

“Mi niño estaba en octavo año, estudiaba en un colegio de Pascuales, todas las mañanas lo llevaba en mi carrito. A la salida lo iba a ver la mamá o a veces él se venía en bus. Ayer (miércoles) llegó solo, tranquilo y feliz como de costumbre. Me dijo: ‘Papi, ya llegué, se ve rica tu comida’. Le contesté: ‘Aquí nomas’, le señalé el comedor donde cinco minutos después me lo mataron”, contó.

Dentro del restaurante quedaron las huellas del ataque a bala que provocó la muerte del menor.Freddy Rodriguez

Wilson, de 27 años, desconocía que su hijo estaba en ese restaurante, porque no solía ir a ese, sino al que está más cerca de su local. “Escuché los disparos, pero nunca imaginé que mi hijo estaba adentro. Cuando salí a la calle, vi gente alrededor, un señor me dijo: ‘Tu hijo, tu hijo, está en el piso’. Salí corriendo, lo subí en un taxi, yo no tenía cabeza para manejar. Lo llevé al Hospital Universitario, pero por la gravedad lo derivaron al Francisco de Icaza. Allí murió minutos después de su ingreso”.

Mientras detallaba los angustiosos momentos que vive desde la tarde del miércoles, hizo una pausa para contar los sueños de su Gordito, como lo llamaban de cariño él y su esposa. “Me decía que quería ser militar o doctor. Era muy querido. Se había hecho amigo de unos niños en Bastión y luego del colegio se iba al parque a jugar pelota con ellos. Pido justicia, exijo a las autoridades que den con los responsables de mi dolor y el de mi esposa. Ella está devastada. Tenemos siete años viviendo en esta ciudad, llegamos para dar un mejor futuro a nuestros hijos”.

Los dos crímenes fueron hechos seleccionados. No fueron víctimas al azar. Lamentablemente dos niños han sido las víctimas colaterales”.Víctor Molina,
distrito Pascuales

Los restos de Emerson fueron velados por dos horas en Guayaquil. Luego fueron traslados hasta su ciudad natal, para ser sepultado.

Con la misma bala

Siete horas después, a las 20:00, en la parroquia Pascuales, dos sujetos en moto arremetieron en contra de un joven de 19 años, quien llevaba a su hijastra de dos meses en brazos.

El hombre, quien salía junto a la madre de la criatura del domicilio de un pariente, recibió un tiro en el abdomen y la misma bala ingresó al cuerpo de la pequeña. Hasta el cierre de esta edición, la bebita se encontraba en estado crítico. En ese suceso también resultó afectado un adulto mayor.

El septuagenario reside al lado de la casa de donde salía la pareja y la nena. Recibió un tiro. En el lugar se hallaron cinco indicios balísticos.

En este sector de Pascuales fue baleada la niña de dos meses, su padrastro y un vecino.FREDDY RODRIGUEZ

El coronel Molina explicó que por el nivel de violencia con que fue cometido el primer ataque, sería de grupos organizados.

“No es un tema de extorsión. Los victimarios llegaron a atacar a las personas que estaban en el carro. Los dos recibieron una gran cantidad de balas, quien conducía el carro es el dueño del local de comida donde estaba el niño”, afirmó.

Indicó que el segundo atentado también se trató de un hecho seleccionado, dirigido presuntamente a la persona de 19 años, que era quien tenía a la nenita en brazos.