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¡Taparon con hojas el cadáver de una mujer degollada y baleada!
La víctima, de 24 años, deja dos hijos en la orfandad. Era oriunda de Yaguachi. Indagan si fue violada antes.
Con un corte profundo en su cuello y tres balazos en su cuerpo, escondido entre las hojas de árboles de teca y desnudo de la cintura para abajo fue encontrada sin vida una mujer de 24 años.
El hallazgo fue reportado pasadas las seis de la mañana de ayer, por los guardias de seguridad de los predios del Ingenio San Carlos, en el cantón Marcelino Maridueña, de la provincia del Guayas.
El sitio donde se descubrió la desgarradora escena es un camino lastrado conocido como Las Tecas, que conduce al recinto La Veinte Mil, de ese mismo cantón, y está a unos veinte minutos de distancia de la cabecera cantonal.
Junto al cadáver de la joven, que fue identificada como Beatriz Alexandra Hernández Valencia, había un enorme charco de sangre y huellas de violencia. Al parecer, ese fue el sitio que el o los victimarios escogieron (si se comprueba la participación de más de uno) para asesinar a la fémina.
La fallecida era oriunda de Virgen de Fátima, del cantón Yaguachi, y deja dos niñas en la orfandad (de 2 y 6 años).
Ángela Hernández, hermana de la víctima, contó que Beatriz tenía 55% de discapacidad intelectual. Tuvieron contacto con ella ayer a las 5 de la tarde, cuando la hoy fallecida se subió a una moto color azul con destino a la vía El Triunfo. De ahí no supieron más, hasta que les comunicaron de su muerte.
En el sitio
A menos de diez metros de distancia donde hallaron el cuerpo, personal de Criminalística identificó y levantó dos indicios balísticos. Al principio se presumía que antes de ser degollada, la joven había recibido impactos de bala, pero el jefe del distrito policial de Marcelino Maridueña, Edwin Iñiguez, informó que tras una primera revisión de la víctima, esta no presenta orificios de proyectil. Se esperaba que la autopsia realizada en la morgue de Milagro pueda revelar más información que ayude a esclarecer este hecho violento.
A diferencia de otros procedimientos, los agentes de Dinased tardaron más tiempo para realizar el levantamiento del cadáver. Revisaron minuciosamente a lo largo y ancho del camino, con la intención de encontrar algún tipo de indicio que ayude a identificar a la joven. No obstante, lo único que pudieron rescatar fue un enterizo color vino, un par de sandalias negras, una blusa blanca y una diadema.
Guardias no escucharon ni vieron nada
Los predios que están en los alrededores de la escena del crimen son de propiedad privada y cuentan con su propio personal de seguridad. Pese a ello, a decir del oficial, en las entrevistas realizadas a los guardias de turno y que reportaron el hallazgo, ellos afirman que no escucharon nada y tampoco vieron algún vehículo sospechoso.
El sitio donde la joven fue asesinada, el recinto La Veinte Mil, da acceso a El Triunfo.