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¡No sufras, solo bloquea!
Por salud mental evita ver u oír mensajes agresivos o publicaciones que solo son lamento tras lamento... No te sientas mal por bloquear ciertas cuentas, es válido
¿Qué haces cuando revisas tus redes sociales y ves que algún contacto con frecuencia expresa odio, violencia, queja, entre otras emociones negativas? A lo mejor lo bloqueas, pasas de largo ante esos comentarios y videos o quizá eres de los que se engancha, sufre, responde y hasta lo comparte.
La manifestación de estas emociones podría darse porque los usuarios emplean estas plataformas para comunicar algo que tal vez no pueden exteriorizar fuera de la virtualidad.
“De alguna manera se sienten protegidos detrás de la pantalla”, señala la psicóloga clínica y terapeuta familiar Marcia Colmont.
Las personas no solo exponen su día a día, también sus emociones, que pueden ir desde la felicidad extrema hasta la negatividad, indica la experta. Igual se evidencian emociones violentas, depresivas. “Las respuestas van a depender del usuario y su personalidad”, puntualiza.
El psicólogo Jaime Sánchez añade que asimismo se percibe frustración, envidia y vanidad en los comentarios.
“Algunas emociones negativas desencadenan en violencia psicológica, que busca atemorizar, humillar a una persona”, asevera el especialista, quien explica que de presentarse un malestar, el cuerpo reacciona ante él y de mantenerse en el tiempo puede terminar en un desorden emocional (trastorno de ansiedad, de conducta, etcétera).
De igual manera, hay publicaciones positivas que causan emociones placenteras como felicidad, admiración, entre otras. “El sujeto produce las hormonas encargadas de regular el estado anímico, llegando a un nivel de satisfacción”, precisa Sánchez.
Imitación y vergüenza
Es probable que un hijo vea el tipo de mensajes que publica su progenitor y lo repita. “Aprendemos a través de la observación. Si el adolescente ve que su padre insulta a otro en las redes, el observador (hijo) entenderá que es una conducta normal y aceptada en las formas de relacionarse con la sociedad y copiará el patrón rápidamente”, dice Sánchez.
Colmont coincide que ese lenguaje violento lo puede imitar el chico, quien también puede avergonzarse de lo que hacen sus padres.
¿Y si es al revés? Los padres pueden sentir bochorno y, por lo general, comenzarán a cuestionar su estilo de crianza y se sentirán culpables. Creerán que aprendieron ese comportamiento por ellos o por personas externas del núcleo familiar, sostiene Sánchez.
EXTRATIPS
1. Para quienes escriben. Los usuarios deben saber que la libertad de expresión termina cuando esta perjudica a otro, es decir, que siempre es pertinente pensar que al ser una red social se debe mantener la cautela.
2. Para quienes leen. Ellos están en la libertad de bloquear o dejar de seguir a aquellos usuarios con los que no comparten la forma de pensar o de comunicarse.
3. Lo peor que puedes hacer. Engancharte o dejarte afectar por emociones violentas o tóxicas. Tomarte las cosas a título personal. Es importante que los usuarios recuerden que las personas que siguen tienen su forma de pensar y de sentir, y deben ser tolerantes, de lo contrario ya saben... ¡bloqueo, contigo! o sea un seguidor menos.
4. Ejercicios de respiración y otras técnicas. Ante los mensajes cargados de agresividad que puedes recibir, inhala y exhala. También cuenta hasta 20; anota en un cuaderno la emoción que estás sintiendo.
5. Límite de tiempo en el chequeo de redes. Los expertos en salud mental recomiendan de 40 minutos a máximo dos horas diarias.