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Familia
No solapes a tu hijo dándole un 'cariñito' al profesor
Si tu hijo está por perder el año ni se te ocurra caer en esta práctica para que el maestro lo pase. Hacerlo fomenta la sinvergüencería en el 'pelado', quien tendrá vacíos académicos
“Profesora, me lo está dejando”. “Le cogió tema a mi hijo”. Padres o representantes suelen lanzar frases como estas a los maestros cuando sus chicos están ‘pataleando’, con riesgo de quedarse de año de estudios.
Son reclamos, a través de los cuales se responsabiliza al docente de la situación y no se analiza qué pasó con el alumno para que le haya ido mal; no se hace conciencia de que los padres son parte del proceso educativo, ¿estuvo o no presente en él?
“La mayoría de representantes legales consideran que es imposible que los estudiantes pierdan un período lectivo y se han quedado solo en la queja, sin entender que el alumno al inscribirse adquiere obligaciones y responsabilidades ineludibles”, sostiene la psicóloga clínica y especialista en Gestión en la Calidad de la Educación, Cecilia Merino.
No se trata solo de perder el año, algunos lo ven como pérdida de dinero. “Gasto de útiles escolares, pensiones, lunch. Asimismo, la vergüenza o frustración movería a estas acciones”, dice la psicóloga clínica y docente Claudia Barahona.
Los ofrecimientos o ‘cariñitos’ suelen ser de detalles (botella de whisky, ropa, etcétera) o coimas disfrazadas de colaboración (trabajo en tal lado, a las órdenes…) hacia el docente o directivo y así obtener su favor.
“Se han presentado casos de supuestas amenazas de estudiantes, así como de sus representantes. Pueden ser anónimas o de manera directa y explícita; en contra de la integridad física del profesor o querer dañar su carrera profesional”, señala Merino.
¿Podrían darse propuestas de tipo sexual?, ¿Pase de año por ‘cuerpeo’?, Barahona precisa que algunos padres han querido tener alguna relación amorosa y a partir de ello tener ciertos beneficios, pero no se da mucho esto de sexo por calificaciones.
Corrupción y sus efectos
Los progenitores con estas prácticas tienden a transgredir la norma (soborna al vigilante para que no lo cite), les gusta el facilismo, precisa la docente. “Son conductas sin parámetro moral, actos corruptos de una escuela de deshonestidad y encima el alumno tendría vacíos académicos”, opina Barahona.
“Cuando se realiza el soborno, se normaliza frente a los chicos un tipo de comportamiento nocivo y falto de ética, generando en ellos la desvalorización por la educación, carencia de valores y responsabilidades, necesarias para el desarrollo de la vida adulta”, concluye Merino.
EXTRAtips
1. Diálogos sobre valores, en casa y plantel. Que no sean meras exposiciones académicas, que el chico tenga chance de participar: cuéntale testimonios reales; ponle ejemplos para ver cómo él actuaría en determinada situación y, por supuesto, sé buen ejemplo, eso es clave.
2. Habla con tu hijo y averigua por qué le fue mal en los estudios. En lugar de querer ‘comprar’ al ‘profe’, mejor ponlo a estudiar, involúcrate en el proceso educativo y si no puedes o no entiendes la asignatura, contrata a un profesor de nivelación.
3. Si el padre de familia sigue con la intención del soborno, el docente lo puede reportar en el colegio. Las instituciones educativas a nivel nacional cuentan con protocolos de actuación en dichos casos.
4. El plantel debe atender los posibles casos, desde la evidencia. Sin favoritismo ni miedo a la exposición mediática de parte de las autoridades.