El mayor anhelo de Valentina, quien en agosto de 2024 había cumplido 15 años, era culminar sus estudios secundarios y viajar a los Estados Unidos, donde residen sus familiares. Sin embargo, sus sueños (al igual que su vida) se apagaron para siempre la noche en que fue baleada, junto a su tía de 13 años, a escasos metros de la casa de sus abuelos, en la 11 y Vacas Galindo, suroeste porteño.

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Eran cerca de las 20:00 del 13 de abril cuando Valentina y su tía salieron de casa con la intención de comprar salchipapas en un local cercano. Al regresar, fueron interceptadas por dos sujetos en motocicleta. Uno de ellos descendió del vehículo, se acercó y les disparó. Valentina recibió un tiro en la cabeza, y su tía, otro en el cuello.

“Mi hermana, de apenas 13 años, llegó llorando hasta la casa para pedir ayuda. Ella era menor que mi sobrina, pero parecían hermanas. Recuerdo que gritó ‘¡Ayuden a Vale!’. Estaba llena de sangre. No sabíamos qué pasaba, salimos corriendo y la encontramos en el piso”, relató con tristeza una tía de Valentina, también hermana de la adolescente herida.

La madre de la fallecida contó que minutos antes del ataque, su hija le había pedido 10 dólares para comprar salchipapas para ella, su tía y sus tres hermanitos. Le dio permiso, ya que el local queda a la vuelta de la casa de sus padres.

“Nosotros no vivimos en ese sector. Llegamos para sufragar, porque el recinto electoral queda a tres cuadras de la casa de mis padres. Cuando mi hija me pidió el dinero, se lo di sin preocupación. Minutos después me avisaron y no podía creerlo. Es un dolor tan grande. Mi hija tenía tantos sueños. Esta tragedia es algo que no se asimila, simplemente se sigue viviendo”, expresó con tristeza la madre de Valentina.

Indicó también que minutos antes de enterarse del asesinato de la mayor de sus cuatro hijos, ella se encontraba conversando con familiares en el portal de la casa de sus padres. Acababan de ver la cadena nacional que anunció que Daniel Noboa había sido electo presidente del Ecuador.

“Estábamos hablando de las elecciones cuando llegó mi hermana, de 13 años, con la terrible noticia. A ella también le habían disparado. Ahora solo le pido al señor presidente que me ayude a hacer justicia. Sospechamos de un joven que pretendía a mi hija”, manifestó angustiada la señora. (AEB)