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El hecho se registró en los exteriores de un taller del suroeste de Guayaquil.AMELIA ANDRADE

A un sicario se le trabó el arma en Guayaquil

La víctima se salvó porque cuando el asesino intentó rastrillar nuevamente la pistola, esta se quedó trabada. Luego huyó a pie, sin ningún apuro.

Un sujeto llegó a un taller para pedir que le chequearan los frenos del auto. Y mientras los mecánicos hacían su trabajo, él los veía de pie desde el parterre, sin notar que también era observado por alguien: un sicario.

El criminal habría llegado en un Chevrolet Sail color gris y se arrimó a un poste para observar su teléfono celular, como si comparara a la víctima con una imagen. Luego, empezó a caminar y en el trayecto sacó un arma, que mantuvo cerca de su cintura hasta llegar a su objetivo.

De ahí, levantó la pistola, la puso detrás de la cabeza del cliente del taller y haló el gatillo, pero el disparo no salió. Por eso, el atacante intentó rastrillar nuevamente el arma, pero el objeto se trabó. Finalmente, el tipo escapó a pie, sin mostrar que tenía prisa. En la esquina supuestamente lo esperaba un compinche.

El hecho se registró la mañana del martes 9 de noviembre, en las calles 25 y García Goyena, del suroeste de Guayaquil.

Todo esto quedó grabado en el sistema de vigilancia del taller. Tras el suceso, la víctima hizo una llamada y se retiró, contaron los testigos.