Actualmente, el promedio de quintales que se obtiene por cada hectárea en las cosechas de la mazorca oscila entre 150 y 200. Antes se recogían 70 quintales.

Para el éxito de los nuevos híbridos (mezcla de dos variedades de maíz) se aplica una mejor fertilización y así cada planta alcanza su máximo desarrollo.

“Los ensayos genéticos que se han hecho para mejoras de la producción han sido exitosos. Esto es fundamental para el resurgimiento de la actividad agraria. Es que a mejor cosecha, mayor ganancia y esto hace que muchas personas se interesen nuevamente por el campo”, refiere el ingeniero agrónomo Wilmer Guale.

Santa Elena desde tiempos remotos ha sido una zona productora de maíz.

Los cambios climáticos que empezaron a sentirse desde inicios de los años 1970 hasta finales de 2007, desmejoraron considerablemente su producción. Pero con las nuevas tecnologías se avizora el resurgimiento.

Nuevos híbridos

En la parroquia Colonche, técnicos agrícolas del área de fomento productivo de la Prefectura de la Península trabajan en tres nuevos híbridos de maíz.

Omar Núñez, uno de los expertos, sostiene que ya se produjo la primera siega con los resultados esperados.

En este sector son diez hectáreas las que han incrementado considerablemente el rendimiento de maíz.

“El cambio es notorio porque se mejora la planta que se utiliza para el forraje, el choclo o producto tierno, al igual que el maíz duro. Los resultados han sido óptimos, la producción ayudará a obtener buenos ingresos económicos”, manifiesta el técnico de la Prefectura.

Guale al igual que Núñez coinciden que si se continúa haciendo uso de maquinarias y equipos que se han convertido en aliados de los agricultores, Santa Elena también se apunta al desarrollo agrícola y en poco tiempo podría convertirse en una nueva zona maicera del país.

Proceso de tres meses

Los nuevos híbridos mantienen los mismos tiempos en siembra y cosecha del maíz común; no disminuye el tiempo, el cual va de 100 a 120 días.

Esto sí dependerá de los tipos de suelos. Los agricultores deberán estar alertas de plagas y enfermedades que se podrían presentar en el proceso que utilice el cultivo.

“La mazorca es un poco más grande y sale bien copada en granos. Es preferible dejar secar el producto en la planta para desgranarlo con facilidad en la máquina. Así se hace más fácil. Sin duda las técnicas ancestrales combinadas con las modernas nos están ayudando muchísimo”, comentó el agricultor Carlos Catuto.