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Ruth Vera tuvo el sueño de elaborar disfraces como su padre. A los 40 lo materializó.ÁNGELO CHAMBA

Ruth Vera es una 'abue' bien 'fashion'

La 'veci' es la ‘dura’ de los disfraces. En su barrio ubicado en el norte de Quito la conocen por su habilidad. Tiene 70 años, pero aparenta tener muchos años menos

Ruth Vera luce como una muñeca. Lleva el cabello en tonos rosa, vestido a cuadros, botines y mallas de red. Con 70 años parece una veinteañera que baila reguetón, diseña su ropa y hasta tiene un piercing en la nariz.

Desde que era niña sintió fascinación por los disfraces y heredó la habilidad para confeccionarlos de su padre. Hoy, desde un taller, ubicado en la primera etapa de Carapungo, en el norte de Quito, recibe a EXTRA.

Los residentes del sitio la saludan cuando pasa y ella cuenta, sin asomo de vergüenza, que su extravagante forma de vestir ha causado todo tipo de críticas entre ellos. Y, pese a que su ‘pinta’ es particular, la mayoría la conoce por sus disfraces.

A los tres hijos de Oliverio Chérrez, su vecino, nunca les hizo falta el vestuario adecuado para los programas de la escuela. “La conozco más de 40 años, es muy buena persona”, acota.

Su ingenio impresiona. Es capaz de elaborar desde un traje de animalito hasta la solicitud más insólita. “He plasmado en disfraces al viento, al agua y hasta una gelatina”, explica. También tiene gran ojo para tomar las medidas sin necesidad de cinta métrica. “Solo viendo a la persona le hago el traje. A veces les pido que me envíen una foto y ya. No necesito más”, relata.

En el colegio de monjas en el que se graduó aprendió de todo: plomería, carpintería, corte y confección y hasta a elaborar muñecas. Pero no fue hasta los noventa cuando materializó su sueño de armar un taller para elaborar los trajes de fantasía.

Tiene de todo. Superhéroes, princesas, bomberos, policías y hasta árboles de Navidad brillan en un estrecha habitación, en la que al fondo mantiene dos máquinas de coser.

Es una abuelita súper ‘fashion’. Les pide a sus bisnietos que la llamen bisabuela.ÁNGELO CHAMBA

El lugar no siempre fue así. Pero, por la crisis económica que dejó la pandemia, debió abrir las puertas de su hogar a uno de sus hijos. “Nos tuvimos que adaptar” cuenta.

Un espíritu joven

Aunque hoy los disfraces son su más grande pasión, explica que le encantan la actividad física y la naturaleza. Cuando cumplió 68 años, uno de sus cuatro hijos le dio un regalo especial: la llevó a que coronara la cima del Rucu Pichincha, cuya altura supera los 4.770 metros. Ella subió y bajó sin ‘pizca’ de cansancio. En otra ocasión, cuando llegó al glaciar del Chimborazo, sus acompañantes quedaron atónitos al oír su edad.

“Estaba en un grupo de diez, el mayor tenía 37 años, cuando les dije que tenía 70 pensaron que les amargaría el paseo, pero fueron las chicas las que se cansaron, yo no”, revela.

La ‘veci’ resalta que lo que tiene en el interior es lo que se refleja en su físico, y todo lo que hace es con buena vibra y mucho amor, por eso es una ‘traga años’. “Cuando tenía 25 ya era madre de dos, pero parecía de 15”, acota orgullosa.

Casi dos décadas más tarde y, con el objetivo de obtener el sustento para sus cuatro retoños, consiguió un trabajo como impulsadora. “La mayoría de las chicas tenían 18 o 20 años. Yo 42. Yo les ganaba, me favorece lo ‘lora’ que soy, me encanta hablar y las ventas… También impulsaba licor en las discotecas y cuando terminaba, me quedaba bailando, me encanta la música ”, precisa.

Le encanta coronar la cima de las montañas.Cortesía

Vera ama que la llamen abuela. Tiene nueve nietos y cinco bisnietos a los que cuenta las historias de cuando era niña y vivía por la Plaza del Teatro. Ver a su padre ganar los concursos de disfraces -con un traje de Frankenstein- era todo un espectáculo. Daniela Chacón, su nieta, se pierde con las anécdotas que le escucha a la ‘veci’. Dice que es la mejor abuela del mundo y que su ‘sangre es tan liviana’ que todos son más felices al tenerla cerca. 

Más de...

Baratos

Hace trajes económicos para todo bolsillo. Van desde los cinco dólares. En menos de un día puede fabricar un pedido.

Gorros

También vende gorros fabricados en tela cambrela (fibra sintética) que elabora uno de sus hijos.

Pequeños

Ama trabajar con los niños. Ellos siempre saben qué traje quieren usar.

Color

Le gustan las minis, el cabello de colores, la ropa tejida.