En la parroquia 24 de Mayo, cerca de la planta de agua, la Policía realizó un operativo que reveló un taller de reparación de armas y fabricación de piezas artesanales. Las unidades de inteligencia localizaron este sitio y, durante el allanamiento, encontraron varias armas que estaban siendo reparadas o modificadas, convirtiéndolas de traumáticas a letales.

Fuentes policiales informaron que el lugar se utilizaba clandestinamente para la reparación, mantenimiento y repotenciación de armas, incluyendo el cambio de cañón y la modificación de las estrías. Se presume que el taller fabricaba armas para delincuentes en la ciudad de Quevedo.

La Policía descubrió este taller clandestino tras liberar a unos secuestrados. Las unidades de inteligencia y la Policía Judicial decomisaron cinco armas de fuego de diferentes calibres, municiones, piezas de fusiles y otros accesorios escondidos en las caletas de las máquinas de torno.

El dueño del taller fue detenido, ya que no pudo justificar el ilícito, y fue puesto a disposición de las autoridades competentes.

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