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El Rincón del Misterio: Espíritu maligno volvió por el oro
Hechizo mantendría en zozobra a los vecinos que viven en las faldas del volcán Pichincha. Una familia profanó un cofre con un tesoro.
La maldición del cofre de oro volvió a inquietar a los moradores de El Trigal y La Primavera, barrios ubicados en las faldas del volcán Pichincha, al noroccidente de Quito.
Sergio (nombre protegido) coordina con algunos vecinos para febrero próximo realizar una expedición y llegar a los restos del ‘tesoro maldito’.
Deberán escalar las laderas, cruzar quebradas y sortear maleza. El objetivo es llegar a un lugar en el que supuestamente había una cueva de donde extrajeron el cofre de oro. Eso sí, recomienda llevar a un sacerdote y registrarlo todo con una cámara de video para “no terminar muertos”. ¡De terror!
Sergio recuerda que hace 30 años la noche de un miércoles de julio se volvió tétrica. Los perros no dejaban de ladrar, el viento soplaba con fuerza y no se veían estrellas en el cielo.
Horas después se enteraron de que los integrantes de una familia conocida del sector murieron en condiciones extrañas mientras hacían un ritual con dos brujos. Según el morador, estas personas habrían sacado una caja de oro de dicha cueva y lo llevaron a su casa cerca de La Primavera.
Hicieron una ceremonia en la que, al parecer, abrieron el baúl y ocurrió la tragedia. “Todos fallecieron. Cuando sacaron los cadáveres tenían plumas de ave y monedas pegadas en sus extremidades, pecho y espalda”.
Además, los rostros de las víctimas tenían arañazos y una expresión tenebrosa “como si hubieran visto al mismísimo diablo durante el ritual”, relata.
Sergio añade que la barriga de una de las mujeres fallecidas se movía. Estaba embarazada y no pudieron salvar a la criatura.
Sin embargo, dentro de las víctimas faltaba uno de los brujos quien, presumen, se llevó el cofre con el metal dorado.
Un pueblo ‘encantado’
Desde aquella ocasión hasta la actualidad se registran eventos paranormales y existe un hermetismo en la población por la historia. Los vecinos padecen una ‘fiebre de oro’ y de terror.
Hace dos semanas, Sergio salió a pastar con sus vacas y durante el trayecto decidió descansar bajo la sombra de unos árboles. De pronto, mientras grababa al ganado con su celular, sintió una presencia cerca. Silbó para alertar a las reses y, entre las ramas, una sombra corrió rápidamente por detrás de una y se esfumó.
Elizabeth, otra moradora que asegura haber presenciado seres de otro mundo, contó que hace seis meses unos turistas que habían subido hasta un reservorio de agua se olvidaron unas pertenencias. Ella los ayudó a buscarlas y vieron, cerca de una quebrada, a unos duendes que jugaban con las mismas.
Pero eso no es todo, en la calle Primavera, donde ella reside, desde hace dos meses han sido ‘visitados’ por La Llorona y la Caja Ronca. Les tienen paniqueados. “Se escucha que los perros ladran desde abajo y cuando los de mi cuadra lo hacen, a la par, se oye a una mujer gritando y gimiendo de dolor. Otras veces parece que pasa un coche viejo”, cuenta.
Elizabeth también siente que la energía del sector se ha vuelto turbia en las últimas semanas, como hace tres décadas, cuando ocurrió la desgracia familiar. Ella tenía cinco años y recuerda que el camino que había utilizado la familia para descender con el cofre de oro desde la cueva se volvió maldito.
Uno de los hechos que volvieron al trayecto tenebroso fue la muerte de un vecino volquetero muy conocido, quien fue aplastado, hace 12 años, por su propio vehículo tras perder el control y caer a una quebrada de 50 metros de profundidad.
Sergio añade que cuando pasa cerca de esa zona con sus animales siente la presencia de alguien. “Parece que el alma del vecino permanece ahí”, asegura.
Durante las últimas noches, los moradores de ambos barrios han sentido un ambiente pesado como aquella madrugada de hace 30 años. Sergio presume que el espíritu del tesoro ha vuelto para recuperarlo.
Espíritus guardianes
Ricardo Mera, parapsicólogo y experto en temas paranormales, comenta que, dentro del mundo espiritual, cuando una persona toma algo que no es suyo o que está protegida por algún ente guardián de otro mundo, puede morir de una forma trágica.
Según el investigador, esto es porque quienes entierran algo de valor para la familia o la comunidad lo hacen mediante rituales de alta magia en los cuales dejan una maldición que recae en la persona que usurpa el objeto. “Los lugares en donde los escondían eran llamados por los indígenas antepasados como huacas”, explica.
Por otro lado, Mera indica que hay brujos que realizan un hechizo para que un espíritu maligno cuide el tesoro. “Ellos están dispuestos a matarte o a enloquecerte si tomas lo que les pertenece sin permiso”.
El experto indica que en este caso, los brujos que acompañaron a la familia no conocían sobre la magia ceremonial y los rituales para lidiar con el guardián del tesoro.
Añade que si en la actualidad hay eventos paranormales con duendes y otros entes místicos es porque estos “son seres elementales de la tierra que ayudan a encontrar tesoros”.
Mera recomienda a los moradores de estas zonas que no tomen a la ligera este hecho y si tienen pensado volver al sitio donde supuestamente había oro lo deben hacer con un experto en alta magia o fenomenología natural y con amuletos que impidan que la energía sucia del lugar o los entes malignos los acechen, peor aún, les hagan daño.
¡Una limpia contra Satanás!
Investigador paranormal
Desde la antigüedad hay hechos, situaciones y cosas que la ciencia o la lógica no han podido explicar, según el religioso y teólogo Henry Cando.
Para dar respuesta a esas interrogantes, el experto dice que se ha creado el mito.
Sin embargo, desde el cristianismo los mitos no son tratados como algo de ‘dudosa procedencia’, sino que son explicados “desde las dos fuerzas que se lee en la Biblia: lado bueno (Dios) y lado malo (Satanás)”.
Cando indica que en las Sagradas Escrituras se habla de lugares y personas que ejercen una jerarquía de poder espiritual maligna luego de que hayan tenido un pacto con el demonio. “Reyes y su descendencia han sido maldecidos por generaciones”.
Para limpiar los lugares malditos o para alejar algún hechizo, el teólogo dice que en el catolicismo se puede practicar un exorcismo, mientras tanto, desde el cristianismo hay rituales como la Represión de Espíritus, en la que se hace una ceremonia con vino y aceites “para reprender al diablo y declamar la sangre de Cristo”.