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El Rincón del Misterio: 10 millones de sucres por los huesos de un gigante hallado en Loja
El ufólogo Jaime Rodríguez reveló que el autor suizo de libros Erich von Däniken armó la osamenta y lo llevó al museo Mystery Park, en Suiza
El 10 de diciembre de 1965, en el poblado Changaimina, parroquia de Gonzanamá, provincia de Loja, el padre Carlos Vaca (1912-1999) y un grupo de 25 moradores hicieron uno de los hallazgos más sorprendentes en Ecuador: encontraron los restos óseos de un gigante de aproximadamente 7 metros de altura, el cual es exhibido en el museo Mystery Park, en Interlaken, Suiza, desde 2004.
En exclusiva con EXTRA, el ufólogo Jaime Rodríguez reveló que intentó comprar la osamenta para realizarle estudios, pero no consiguió porque Vaca pedía 10 millones de sucres (al cambio actual sería 363 dólares).
En la mitología, la existencia de estos seres es una constante. Juan de Velasco, jesuita ecuatoriano, destacó en la ‘Historia del Reino de Quito de 1789’ que Manta, provincia de Manabí, fue a principios de la era cristiana la casa de los gigantes.
Además, recalcó que restos parecidos también fueron encontrados en Santa Elena e Imbabura.
En Sudamérica, el marino portugués Fernando Magallanes, cuando encontró el estrecho que lleva su nombre (localizado en el extremo sur de Chile y la Patagonia, Argentina), registró gigantes en su bitácora. En una playa vio una persona grande, que le doblaba la estatura.
CEIFO
Entre 2005 y 2007, Rodríguez lideró la Comisión Ecuatoriana para la Investigación del Fenómeno Ovni (Ceifo), que tenía como objetivo desclasificar las evidencias de ovnis que guarda el Ministerio de Defensa de Ecuador. Entre ellos, encontró la visita del comandante Vanjhú a la Embajada ecuatoriana en Lima, Perú, un extraterrestre dueño de una flota de naves.
Además, Rodríguez explicó que, a pesar de los múltiples registros de los avistamientos de platillos voladores que se han dado en Ecuador, el país no es ‘dulce’ para los extraterrestres.
Sin embargo, manifestó que en Ecuador existen tres puntos calientes: en la laguna de Mojanda, en Otavalo, Imbabura; en El Cajas, zona de Azuay, y en Posorja, provincia de Guayas.
Al gigante se lo llevaron a museo de Suiza
En 1991, el ufólogo Jaime Rodríguez se enteró de que en Changaimina, provincia de Loja, el padre Carlos Vaca tenía los restos óseos de un gigante que hallaron en una zona rural de la localidad. Ante el asombro de la noticia, intentó conseguir la osamenta, pero Vaca pedía una cifra elevada por el hallazgo, 10 millones de sucres.
“El padre armó el esqueleto, lo colgó en una plaza pública y empezó a decir que era evidencia de una profecía y lo asoció con la Biblia. Luego guardó los huesos y los tenía amontonados en su casa. Cuando yo fui a buscar a Vaca, me dijo que solo tenía la intención de vender los huesos porque quería dejarles una herencia a sus cuatro hijos. Yo no logré reunir el dinero”, recordó.
Tras la negociación fallida, Rodríguez destacó que el investigador científico Zoltan Czellar compró los restos del gigante y este los vendió al museo Mystery Park, en Suiza, donde fue armado por Erich von Däniken, quien es autor suizo de varios libros que hacen afirmaciones sobre las supuestas influencias extraterrestres en la cultura humana primitiva.
“Los huesos los tenía amontonados, sin saber la importancia que tienen para la historia. Este ha sido uno de los hallazgos más impresionantes en el país, pero no se pudo investigar por falta de interés en estos temas y apoyo económico. Lo aprovecharon los investigadores internacionales y, ahora, hasta lo tienen en exhibición. En Europa es muy conocido el esqueleto”, afirmó Rodríguez.
No lo dejaban investigar las evidencias
En agosto de 1969, una persona que medía aproximadamente 2 metros de altura, de ojos de color celeste, pelo platinado y un extraño olor, visitó la Embajada ecuatoriana en Lima, Perú; se presentó como el comandante Vanjhú, un extraterrestre dueño de una flota de naves, y pidió conversar con el embajador Alfredo Luna Tobar.
“El extraterrestre llegó y tocó el timbre en la embajada. La persona que lo recibió fue el cónsul Jorge Dávila González. Él le preguntó a Vanjhú si pertenecía a las Fuerzas Armadas de Ecuador, pero solo le señaló al cielo y le dijo que era el comandante de la nave que estaba levitando sobre la Embajada”, aseguró Rodríguez, sobre la evidencia que más le llamó la atención cuando lideró Ceifo.
Además, reveló que Vanjhú visitó la Embajada ecuatoriana por seis meses. “Pudimos conocer el caso, pero no pudimos acceder a los documentos donde tienen registrada toda la conversación que tuvieron. Ese fue uno de los momentos que me hizo dar cuenta que los militares de Ecuador estaban bloqueando nuestra investigación”.
Rodríguez mencionó que pudo revisar 44 evidencias de avistamientos que tienen archivados. Para la investigación tuvo la aprobación de los presidentes Lucio Gutiérrez (2003-2005) y de Rafael Correa (2007-2017). Sin embargo, siempre le impedían acceder a los archivos.
“Empezamos a trabajar con tres militares, pero dos de ellos eran de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) y no permitían trabajar, siempre ponían negativas. Yo tenía el documento firmado por el Gobierno para que me permitan revisar los archivos, pero cada vez que iba a buscarlos me decían que ese documento no tenía validez. Preferí salirme y la investigación se paró”, comentó.
Los extraterrestres buscan puntos calientes
En Ecuador los registros de avistamientos han incrementado. A pesar de aquello, Jaime Rodríguez explicó que el país no es ‘dulce’ para los extraterrestres, ya que no cuenta con suficientes lugares que concentren energía magnética, la cual utilizan como combustible para sus naves.
“Desde el espacio no se ven las fronteras, así que los ovnis no saben a qué país van. Solo buscan las zonas calientes y Perú es el país más enigmático de América del Sur”, aclaró.