El tránsito se paralizó por dos mujeres en la intersección de las calles 17 y Letamendi, del suroeste de Guayaquil, y no precisamente por su belleza, sino por la golpiza que se dieron en la vía pública y por terminar semidesnudas.

El incidente ocurrió la tarde del pasado sábado y sorprendió a quienes pasaban por el lugar. Los curiosos se detenían a observar la pelea, pero no hubo alguien que hiciera algo por detenerla, según contaron ayer algunos comerciantes.

Las protagonistas de la riña fueron dos trabajadoras sexuales, quienes compartían parterre sin problemas, pero el ‘pito’ empezó cuando se enteraron de que una de ellas cobraba 8 dólares por sus servicios.

Eso desencadenó una discusión que terminó en golpes, porque las mujeres que laboran en el sitio han acordado no cobrar menos de 10 ‘latas’. Y si alguien pide menos, se ‘arma’ el problema.

Esto fue corroborado por la jefa del circuito policial Salinas, capitana Alexandra Jiménez, quien explicó que, apenas se enteró del percance, acudió al sitio del suceso para controlar la situación y dialogar con las involucradas.

Sin embargo, ellas se habrían negado a hablar y rápidamente se retiraron en taxis, mencionó la uniformada.

La capitana Jiménez señaló que en ocasiones anteriores ya han ocurrido otras peleas por la misma situación. Incluso, comentó que algunas féminas habían llegado a cobrar tarifas de $ 6, para captar más clientes.

Pero “eso representa un riesgo para ellas”, sostuvo la jefa policial, porque al prestar un servicio más económico, les llegará cualquier tipo de cliente, lo que podría poner en riesgo sus vidas.

La propietaria de una tienda opinó que por ese motivo ha notado que por la calle 17 circulan más delincuentes. “Esto los atrae, porque saben que va a venir más gente y andan viendo a quién robar”, denunció.

La capitana Jiménez acotó que ha realizado seguimientos para alertar a las autoridades, pues ha descubierto que algunos negocios del sector “se han convertido en prostíbulos”. Es por eso que, en conjunto con Intendencia, han realizado operativos.

Lo que no han podido evitar, todavía, es la prostitución en la vía pública, lamentó la oficial, porque las sexoservidoras no aceptan ayuda. “Dicen que se saben defender solas”, enfatiza la oficial.

Cuando las mujeres están en la vía, sin clientes, supuestamente alegan que son transeúntes y que nadie las puede detener. La capitana Jiménez indica que hasta les ha ofrecido cursos de capacitación para que busquen otras actividades, pero dice que ellas se niegan. Además, temen por las amenazas de los ‘chulos’ (proxenetas).

Operativo

La noche del pasado sábado, 22 tiendas fueron clausuradas, informó la capitana Alexandra Jiménez. La oficial mencionó que algunos locales, en lugar de vender productos de primera necesidad, como consta en sus permisos, ofertan bebidas alcohólicas.

Según la jefa policial, venden un 10 % de abastos y el 90 % de su negocio corresponde a licores.