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El Poder Brutal o Cara del Diablo, que esta ubicada en la provincia de Pichincha, Cantón Mejía, Parroquia de Manuel Cornejo Astorga “Tandapi”.Christian Vinueza

¡Rezan al 'Diablo'!

Personas llegan a adorar la escultura, en la noche. Conductores tienen un poco de miedo al pasar por el kilómetro 50 de la vía Alóag - Santo Domingo.

El sector está rodeado de árboles gigantes. Llegar hasta el sitio da algo de temor, y uno esté consciente de que solo es una piedra. Aunque a ratos pareciera que esa enorme boca nos puede comer.

Algunos le dicen la cara del Diablo, pero no es el rostro de lo que siempre hemos creído que es Lucifer. Estamos ante esta imponente escultura bautizada como El Poder Brutal, realizada por César Octaviano Cristóbal Buenaño Núñez en la década del 70.

Solo verla da miedo, por lo gigante que es. Fue hecha para mostrar al hombre con una combinación de animal, por eso el nombre El Poder Brutal.

Pero en los últimos meses están pasando cosas raras en este lugar. Aquí llegan personas para contemplar la figura y se quedan horas bajo este Satanás macizo. Y los rumores crecen cada vez más. Testigos aseguran que muchos le rezan al rey de las tinieblas.

Pero estar cerca de El Poder Brutal no es fácil, debes de esquivar una pendiente, es un mini camino que está lleno de colillas de cigarrillo, más allá pedazos de velas... es la certificación de que está pasando algo. Nos entra el miedo, no lo podemos ocultar. Dejan de pasar los carros y todo es silencio. Hasta escuchamos murmullos. Pero para que se vaya el temor uno mismo se dice que todo es mental.

Lo extraño es que la gente le esta rezando y pidiendo favores al Poder Brutal. Nunca antes había pasado eso. EXTRA estuvo un día, hablando con personas que pasan por el kilómetro 50 de la vía Alóag - Santo Domingo de los Tsáchilas, y sus testimonios dan miedo. ¡Que en Ecuador se esté pidiendo favores de rodillas al Diablo! Quizá César Buenaño, el creador de la imagen, jamás imaginó que ahora iba a ser una escultura de controversia.

Y lo último y de terror... es que el diablo tiene un guardián.