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Quito
Vecinos de la cárcel de El Inca quieren huir del barrio por la violencia
Ya hay casas deshabitadas y otras con letreros de venta. Los moradores están intranquilos por el aumento de la inseguridad.
En la puerta del Centro de Detención Provisional (CDP) de El Inca, norte de Quito, se mantienen una carpa militar y algunas vallas. Este escenario para los vecinos del barrio no es nada alentador.
Hay un par de policías que hacen guardia, pero que no prestan auxilio cuando hay algún asalto en la zona. “Nos han dicho que no es su jurisdicción porque fueron asignados a la cárcel”, asevera una moradora, que por miedo a represalias no quiso identificarse.
La zozobra por la inseguridad aumentó luego de los enfrentamientos del 7 de noviembre dentro de ese centro. Como resultado hubo cinco reos muertos.
“Mi familia escuchó el bullicio y todos tenían mucho miedo”, cuenta Mario Ulloa, otro vecino.
“Es mejor irse”
Los moradores concuerdan en que cuando allí funcionaba la cárcel femenina, el barrio era tranquilo. “Desde que trajeron a todos los demás presos esto se dañó”, reclama Ángel Pérez, dueño de una mecánica.
Ahora tienen que lidiar también con la oleada de visitantes de PPL que se quedan en las veredas y ensucian la calle.
“Eso ha hecho que a los negocios no lleguen clientes. El día de la masacre una señora canceló el arreglo de su auto”.
Por ello, estos vecinos ya han pensado en cambiarse de casa. “Yo me iré el próximo año. Esto no tiene solución”, lamenta.
Mario, luego de 30 años de vivir en la zona, también está decidido a buscar otra casa.
No son los únicos, pues ya se pueden ver letreros de casas en venta y locales en arriendo. “Hay casas desocupadas, que ya han sido asaltadas. La gente se va de a poco”, dice Mario.
A esto se suma, según los vecinos, que los inhibidores del CDP les quitan la señal de celular, pero “claramente parece no funcionar con los que están adentro”.
Ronny Changoluisa, jefe del Distrito Dammer, al que pertenece la zona, comenta que no se han registrado denuncias. “Más bien hemos disminuido los delitos con respecto al año anterior”.
En 2021 se registraron 27 delitos (robos a personas y hurtos) y este año 20. El gendarme agrega que hay acercamiento con la comunidad, pero que quizá algunos no se atreven a hacer las denuncias correspondientes. (DMA)