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Quito
Quito: indigentes estarían extorsionando a locales en el sur
Se realizó un operativo en varios puntos de la zona, por denuncias de moradores. Conozca las reacciones
A unos metros del estadio del Aucas, sur de Quito, un hombre insultaba a los agentes policiales y funcionarios públicos que destruían la casucha que había construido en un terreno baldío. La mañana de este jueves 27 de abril se realizó un operativo en varios puntos del sur de la urbe.
"No quiero ninguna ayuda, no sirven para nada", decía mientras una cuadrilla de la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) desarmaba su 'casa'. Tomó algunas ropas y salió del predio en busca de sus gatos.
Diego Barriga, comandante del Distrito Eloy Alfaro, comentó a EXTRA que en días anteriores se identificaron los sitios utilizados por personas en situación de calle: principalmente en quebradas y terrenos abandonados.
Esto obedece a varias denuncias que llegaron, según Barriga, de que los indigentes estarían extorsionando a dueños de locales comerciales. "Portan armas blancas y los intimidan para que les den uno o dos dólares", explicó el gendarme.
La mayoría de los habitantes son consumidores de sustancias estupefacientes, por lo que el dinero que recaudarían serían para costear sus adicciones, según Barriga.
LOS QUE ACEPTAN
Durante la jornada de intervenciones cuatro personas decidieron aceptar la ayuda del Patronato San José. "Para el programa de adicciones acepta uno entre diez. Es un reto", comentó Andrea Coral, técnico de abordaje de la entidad.
Durante la jornada de este jueves 27 de abril se intervinieron tres lugares: las inmediaciones del estadio, una casa en Santa Rita y una predio abandonado en la calle Moro Moro. Los cuatro sujetos que aceptaron ir al albergue son dos colombianos que ya han sido identificados parques, un joven cuencano y un hombre de 43 años.
Este último no solo quiso ir al albergue sino ser parte del proyecto de adicciones, es decir que buscará rehabilitarse. "Ya le avisé a mi esposa, pero sí quisiera que le llamen", les dijo a las funcionarias. Él se desempeñaba, según contó, como comerciante, pero en su recaídas ha terminado durmiendo en estructuras hechas de lonas, palos y plásticos.
Los trabajadores de Emaseo llenaron una volqueta con los materiales de las casuchas y la basura circundante.