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Quito
Negocios golpeados por las obras en la avenida General Rumiñahui
Por 24 días estuvo suspendido el trabajo. Tres locales ya han cerrado y los demás piden saber la fecha de entrega. El Servicio de Contratación Pública criticó la licitación.
Los negocios ubicados en la avenida General Rumiñahui, entre la avenida San Luis y la calle Santa Clara, en San Rafael, atraviesan una situación crítica. Las ventas han caído drásticamente desde el 1 de junio, cuando el Municipio de Rumiñahui comenzó el cambio de tubería en ese sector.
“Ya veníamos mal con la pandemia, alicaídos, luego llegó el paro y ahora esto. Nos quieren terminar de quebrar”, sostiene Jéssica Noroña.
El principal reclamo no es sobre los trabajos, pues los moradores entienden que era necesario el cambio de tubería de asbesto a PVC; la queja se debe a la demora y la incertidumbre de no saber cuándo tendrán calle de nuevo y, principalmente, por qué se paralizaron durante 24 días.
“Casi cuatro semanas que no trabajaron y para nosotros son pérdidas que nadie nos compensará”, dice Kléver Quishpe, mecánico.
En la barbería donde trabaja Erick Rendón también han visto cómo los clientes ya no llegan.
Si para fin de mes la situación no mejora, él podría quedarse sin empleo. “Acá cerca otros negocios prefirieron cerrar, han colocado carteles de ‘se arrienda’”. Desde el inicio de los trabajos ya han cerrado dos barberías y una pescadería.
Quieren respuestas
El alcalde Wilfrido Carrera ha señalado que la suspensión de los trabajos se debió al paro indígena y al hecho de que la tubería no pudo pasar desde Cuenca. El Municipio informó que las obras se reanudaron el lunes 4 de julio.
“¡Cómo abren una calle sin tener los materiales!”, cuestiona Jefferson Torres. Él es dueño de un local de comida rápida y dirige a un grupo de 240 personas afectadas.
“No sabemos cuál es el cronograma de trabajo. Además, las obras se pararon antes del paro”, refirió.
El Servicio de Contratación Pública (Sercop) halló inconsistencias en el proceso de licitación y el 9 de junio pasado ordenó que se suspenda el proceso hasta revisar las denuncias de dos oferentes.
Ellos indicaban que fueron descalificados sin razón. De nueve empresas que se presentaron solo dos fueron calificadas y el contrato por 2,9 millones se entregó al Consorcio Rumiñahui.
La medida de suspensión estuvo vigente desde el 9 al 21 de junio, cuando el Sercop emitió su informe. Su conclusión fue que durante la licitación se afectó a los oferentes cuando se los descalificó sin una justificación, ya que sí habían cumplido con los requisitos.
El Sercop recomendó que el Municipio declare la contratación como desierta.
Quienes viven en la avenida están alquilando parqueaderos a unas cuadras de allí. Los restaurantes ofrecen platos a domicilio. En la acera circulan tanto peatones como motos de los repartidores. La gente también usa motos para cargar sus compras o los tanques de gas. En los almacenes cuelgan afiches con el mensaje “No más obras sin planificación”.