El viaje hacia Quitumbe, por la avenida Simón Bolívar, se interrumpe por los gritos de una muchacha a la que le arrancharon el celular. “¡Me robaron!”.

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Esta escena, para quienes circulan por esta ruta, sobre todo en el tramo entre La Forestal y La Argelia, en el sur de Quito, es cotidiana. “Se suben a los buses y se camuflan como un pasajero más”, comenta Luis Lara, uno de los usuarios de transporte público.

En cuanto se abren las puertas de la unidad, el pillo toma el celular y sale ‘soplado’ hacia las zonas bajas de las paradas de buses. No hay quién lo alcance.

Lara explicó que debido al peligro, algunos conductores deciden no abrir las puertas si no hay usuarios que se bajen en estas paradas. “Eso también nos perjudica porque nos atrasamos y en la vereda también es peligroso”, resalta.

En otra unidad, en la que EXTRA se subió, un hombre se levantó rápidamente de su asiento e intentó llevarse el teléfono de otra pasajera. Esta vez la ruta era hacia el norte: Carcelén. “Dame el teléfono o te mato”, es la amenaza que suelta el pillo en cuanto su víctima se resiste al robo.

La muchacha se queda en shock y prefiere no decir nada. En cuanto llega a su parada, en el intercambiador hacia el valle de Los Chillos, se baja casi corriendo.

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Jenny Mero, también usuaria de buses, comentó que los robos se enfocan en los teléfonos. “Es lo que más tiene la gente a la mano y toca estar atento”, agrega. Los asaltantes, que según los moradores serían una banda organizada de la zona, se esconden en los sitios bajos de la avenida, donde se pueden esconder entre la maleza.

“Ya hicieron un operativo, pero vuelven. Los ahuyentan por unas horas y ya”, expresó Luis.

A Efraín Iza casi le cortan el cuello con un pico de botella cuando intentó seguir al sujeto que le arrebató el celular, hace unas semanas. “Es un grupo de seis o siete. Si uno quiere defenderse ellos amenazan”, cuenta.

A él ya le han robado dos celulares en los últimos meses. “Uno se endeuda para comprar un teléfono y no termina de pagarlo y ya le roban”, reclama.

Luis Lara agrega que los asaltos no solo se registran en las unidades de transporte, sino también a quienes esperan en las paradas. “No importa la hora. Por eso es mejor estar en grupo”, explica el morador. EXTRA solicitó al Distrito de Policía Eloy Alfaro una entrevista con la vocera de la entidad, pero al cierre de esta edición no se concretó.

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