La ‘plaga’ de la extorsión se expande en Quito. El último caso resuelto por la Policía se hizo público este 1 de agosto, luego de la aprehensión de una mujer en la ciudadela Ibarra, sur de la urbe.

La Policía la implicó en este delito luego de que el dueño de una marisquería denunció que lo llamaban a pedirle dinero. La sospechosa, junto con otros sujetos, se identificaba como miembro de Los Lobos y decía que matarían a la víctima si no les pagaba 5 mil dólares.

“El afectado puso la denuncia el mismo día en que se produjeron las amenazas (31 de julio) y empezamos las investigaciones. Unas horas después, dimos con la mujer”, explicó Luis Cano Guevara, jefe de la Unidad Nacional Antisecuestro y Extorsión (Unase).

El oficial detalló que esta implicada tiene cómplices, quienes están siendo buscados mientras continúan las indagaciones.

Según el jefe de la Unase, en Quito ha aumentado la extorsión común, es decir, la que se realiza a través de llamadas telefónicas y mensajes de texto. También se han registrado casos de extorsión virtual y por ‘vacunas’.

¿En qué sectores se dan con mayor recurrencia estos casos? EXTRA hizo un balance tomando en cuenta los hechos flagrantes que se denunciaron durante julio de este año en las dos unidades judiciales más importantes del Distrito Metropolitano de Quito: Unidad de Flagrancia de La Mariscal (norte) y Unidad Judicial de Quitumbe (sur).

Durante el mes pasado, las autoridades de ambas unidades procesaron un total de 12 denuncias por extorsión y secuestro extorsivo. Sin embargo, lo más revelador fue que los residentes del norte de la capital fueron los más afectados por estos delitos.

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Según los datos procesados por EXTRA, solamente en el edificio de La Mariscal se realizaron nueve audiencias de calificación de flagrancia por extorsión (ver infografía). El caso más reciente se produjo en el Comité del Pueblo, el pasado 27 de julio.

La víctima fue el hijo del dueño de un restaurante, quien hacía una entrega de comida a domicilio. Dos sujetos, entre ellos un venezolano, lo interceptaron y lo amenazaron con cuchillos para llevarlo a una casa.

Luego se contactaron con el padre para exigirle el pago de 150 dólares y después un pago semanal de $ 25 tras liberar al muchacho. Ante ello, se puso la denuncia y la policía logró ubicar a la víctima. Además, los implicados fueron detenidos.

Del total de 12 denuncias por extorsión presentadas en las dos unidades judiciales del norte y sur de Quito, en tres casos los sospechosos se identificaron como miembros activos del grupo terrorista Los Lobos.

En un solo caso, los detenidos le dijeron a su víctima que eran parte de la banda criminal Los Tiguerones. Según el coronel Cano, no en todos los casos se confirma que los criminales pertenezcan a estas agrupaciones. “Hay delincuencia común que, para generar mayor temor, afirma que forma parte de estas mafias con el fin de causar más terror y obtener lo que desean”.

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