Cinco días han pasado desde que Raquel, de 44 años, fue hallada muerta en la casa donde convivía con su pareja William, de 48. Su familia la lloró, la veló y enterró. Piden que el hecho sea indagado rigurosamente.

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La razón es que la Policía no se ‘comió’ el cuento que dio el sospechoso: su esposa se habría suicidado cuando él estaba borracho y dormido. Pero los agentes que indagan el hecho presumen que se cometió un femicidio, delito por el que el tipo fue detenido.

“Ahora supimos que fue enviado a la cárcel de Latacunga (Cotopaxi) mientras se investiga”, contó a EXTRA una amiga de la víctima. En un extracto policial al que accedió este Diario se cuenta la presunta realidad que vivía Raquel.

La hija de Raquel le contó a la Policía que su mamá había conocido a William hace un año tras la separación de su esposo. Su nueva pareja, al parecer, la golpeaba frecuentemente, pero ella no lo denunciaba, dijo la chica.

El 1 de junio, la mujer debía reunirse con su hija para vender productos por el Día del Niño. Se verían en San Roque, centro de Quito, a las 08:00, pero Raquel no llegaba, a lo que su pariente la llamó.

Le dijo que iría más tarde porque supuestamente estaba ‘chumada’, según el informe. Pero nada. Entonces la mujer recibió otra llamada de su hija y le reiteró que llegaría luego.

Raquel no colgó el celular, por lo que su hija pudo escuchar una discusión que tuvo con William. “Eres una longa p..., te voy a sacar la p... para que aprendas. Lárgate de aquí”, habría gritado el sospechoso.

Desde ese momento, Raquel ya no contestó a su hija, quien fue a verla en la casa junto con su abuela materna. Ambas llegaron al sector del Puente 7 en Los Chillos, sur de Quito, y golpearon la puerta, pero no les abrían.

Decidieron entrar y se toparon con William, quien les dijo que hicieran lo que quisieran. Él se sentó, pero después se levantó y les indicó dónde estaba Raquel. Ella estaba colgada y ambas, desesperadas, cortaron la soga para intentar salvarla, pero era tarde.

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La Policía llegó al sitio tras la alerta y encontraron a la mujer tendida en el piso de la cocina. Cuando vieron a William notaron que tenía rasguños en su cara y rastros de sangre en su ropa.

Él se defendió diciendo que no sabía cómo ocurrió la muerte porque había llegado borracho a la 01:00, discutió con su esposa, a quien golpeó porque ella le habría pegado primero. Luego se pusieron a tomar y él se quedó dormido hasta que se despertó cuando llegaron la madre y la hija de Raquel. Los policías leyeron los derechos a William y le reiteraron que estaba detenido por este presunto femicidio.

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