Quienes habitan en los alrededores de cuatro calles del barrio San Juan, en el Centro Histórico de Quito, piden a las autoridades que les colaboren con la remoción de escombros que han quedado sobre los parterres, pues estos se han convertido en trampas.

Este inconveniente para los lugareños se ha presentado en siete puntos, distribuidos en las calles Guatemala, Antonio Morgan, Condorcunga, Augusto Martínez y Haití, según han mostrado a EXTRA durante un recorrido llevado a cabo la mañana del lunes 6 de mayo de 2024.

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Según los residentes, las piedras y la tierra fueron abandonadas luego de que se resolvieran otros problemas en la zona, como el recubrimiento de baches o de obras que habían quedado inconclusas.

Washington Molina, un habitante, sostiene que los escombros quedaron en las aceras desde el 15 de abril, luego de que se realizaran algunos trabajos de bacheo y los obreros no se llevaran los escombros. 

“Estamos insatisfechos con el trabajo realizado, porque dejaron a medias”, lamenta el ciudadano, quien espera que el pedido de la barriada sea considerado por las autoridades municipales, para que se envíe alguna cuadrilla a retirar el material. Molina añade que hace unos días, una señora que salía con su niña a esperar el bus escolar, resbaló y sufrió un golpe.

La dirigente Fabiola Terán agregó que, a causa de las lluvias, los escombros que tienen tierra se vuelven lodosos cuando se mojan, lo que pone resbalosas las aceras y sus alrededores, convirtiendo estos espacios en trampas para los transeúntes.

La residente agrega que también hay personas que pasan por el lugar que, al ver los escombros piensan que es algún tipo de basurero y van dejando sus desechos, lo que empeora la situación, pues estos suelen terminar en los sumideros, los cuales pueden colapsar de haber un fuerte aguacero.

Con ella coincide Susana Gordillo, quien agrega que el objetivo de hacer este pedido es que su barrio esté “bien presentado”, pues buscan a través de estas mejoras que así como les han ido arreglando las calles, estas no se dañen por otros motivos que pueden ser solucionados en poco tiempo, sin mayor inversión.

En algunos tramos, EXTRA pudo constatar que los escombros cubren todo el ancho de las veredas, lo que obliga a las personas a caminar por las calles, tal como han relatado los habitantes, quienes también temen que ocurra un accidente.

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