Son 400 metros de longitud los que tiene la calle Santa Rosa, en el sector Miraflores, del centro norte de Quito. Esta importante vía empieza en la avenida Universitaria, al frente del hospital Carlos Andrade Marín, y llega hasta la Eustorgio Salgado, en la zona alta de esta barriada.

En diferentes tramos se pueden observar las deformaciones de la calzada, con altibajos, grietas y baches. También existen ciertas áreas que ya han sido cubiertas con asfalto y otras con tierra, como el socavón, que fue cerrado el lunes 29 de abril de 2024, luego de que generara problemas para la circulación vehicular y preocupación en algunos residentes.

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Quienes transitan por el sitio han mencionado a EXTRA que al pasar por esta calle se siente el desnivel y consideran que sin una falta de mantenimiento adecuado podría convertirse pronto en una calle llena de ‘cráteres’. 

Luis López, quien utiliza esta vía a diario para dirigirse en las mañanas desde el sector Las Casas hacia San Juan, en el centro capitalino, sostiene que usar esta vía es un “mal necesario”, porque es la forma más rápida que tiene para llegar a su destino.

El lugareño menciona que al sitio le beneficiaría un asfaltado integral, de toda la capa asfáltica, para no poner en riesgo incluso a quienes caminan por el lugar, pues evitar los baches y ciertos desniveles podría, en algún momento, provocar un accidente.

En los horarios de ingreso y salida de unidades educativas la afluencia de personas en la calle Santa Rosa es mayor, porque existen diferentes unidades educativas a las que se llega a través de esta. Una de las escuelas se ubica junto a la iglesia católica de la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia, en la intersección con la calle José de Armero, lugar en el que se había formado un socavón.

Pese a que el orificio no superaba el metro de diámetro, la mañana del lunes este generó un gran congestionamiento vehicular, pues los conductores invadían los carriles contrarios con el objetivo de alejarse del peligro.

“Ahora imagine que la calle se empiece a llenar de huecos. Por aquí pasan transportes con estudiantes, carros particulares y hasta buses cuando algo pasa en la avenida Universitaria o cuando hay bastante tráfico, porque la usan como vía alterna. De verdad, no me quiero imaginar el caos que podría haber”, señala Dolores Tapia, quien alquila un apartamento en la zona.

Los residentes esperan que sus pedidos sean tomados en cuenta para evitar más daños en la vía y posibles percances que puedan afectar la integridad de alguna persona.

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