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Quito: Hombre es procesado por el atroz crimen de una mujer de la tercera edad, en Carcelén
El sujeto fue llevado por su hermano para hacer las adecuaciones de un baño en la casa de la víctima, en Carcelén. Conozca detalles de la historia
El próximo 12 de julio se conocerá si Edwin Choto será o no llamado a juicio. La audiencia se realizará en la Casa de la Justicia de Carcelén, norte de Quito, de forma presencial, precisa un oficio que está en la página de la Judicatura.
Pero, ¿quién es este tipo? Es el sospechoso de un crimen atroz y cuya investigación se mantuvo con la mayor discreción… hasta ahora. EXTRA le cuenta la historia de María (nombre protegido), cuya trágica muerte se produjo seis meses atrás.
La obra
María tenía 66 años y vivía en Carcelén. Ella y su familia contaban con los servicios de un albañil, un viejo conocido al que le confiaron una pequeña obra: readecuar el baño de la casa de esta adulta mayor, a finales del año pasado.
El maestro llevó a dos personas para que lo ayudaran, entre ellos a su hermano Edwin Choto, según la información que consta en el proceso judicial al que accedió este Diario.
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Una fuente que conoció el caso le contó a un equipo de EXTRA que las labores de albañilería terminaron en poco tiempo. Pero eso fue suficiente para que Choto, de 24 años, analizara el movimiento en la casa de María.
Supo, por ejemplo, que la adulta mayor vivía con su hija, quien se ausentaba de la casa por sus estudios universitarios. Su madre se quedaba sola en la casa y eso fue aprovechado el 21 de noviembre de 2023.
Para esa fecha, la obra ya había terminado, pero Choto llegó a la casa de María, a las 07:00, lo que fue captado por una cámara de la zona, se recaba en las diligencias.
Luego de 23 minutos, el albañil salió y se fue. En el transcurso de ese día, la hija de María le llamó en algunas ocasiones, pero su madre no respondía. Dedujo que había salido a comprar o a caminar o a la peluquería con sus perritas, pero la realidad era otra. Muy cruel, por cierto.
El crimen
Cayó la noche y la hija de María regresó a la casa. Parecía todo normal, sin embargo vio que la puerta estaba entreabierta. Se asustó y fue a donde un vecino porque algo había sucedido.
Ambos subieron al segundo piso de la vivienda y se encontraron un gran charco de sangre en la sala. Sobre esta yacía María sin vida: estaba bocabajo y degollada.
Los investigadores llegaron tras la alerta del asesinato. Durante la indagación, la hija de la víctima les contó que el delincuente que cometió el atroz crimen se había llevado dos celulares y una computadora portátil.
Desde ese momento se inició el proceso como un robo con resultado de muerte. Los agentes entrevistaron a la chica y ella les contó que había ingresado a la cuenta bancaria de su madre encontrando una pista importante.
Durante la mañana del crimen, se hicieron tres transferencias a la cuenta de Choto (ver infografía). Fue entonces que los investigadores comprobaron que el sujeto era uno de los albañiles que hizo la adecuación del baño.
Sin embargo, los policías no dieron con el paradero del implicado porque no tenía una dirección fija de domicilio, según consta en la información judicial. Aun así, el proceso judicial avanzó hasta el 15 de febrero de este año, cuando se llevó a cabo la audiencia de formulación de cargos contra Choto.
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La captura
En esa diligencia se dieron los pormenores sobre el hecho y otorgaron a la Fiscalía los elementos suficientes para procesar a Choto. Pero al estar prófugo se ordenó a la Policía Judicial y al bloque de búsqueda que lo encontraran.
Las labores para hallarlo duraron dos meses y los investigadores recurrieron a un ‘as bajo la manga’: el referéndum del 21 de abril. “Supimos que sufragaba en un colegio de Carcelén y lo abordamos cuando salía. Él estaba con la esposa y le explicamos por qué lo detuvimos. Ella no podía creerlo”, contó la fuente a EXTRA.
¿Por qué lo hizo? Durante la aprehensión, el implicado habría dicho que cometió el crimen porque tenía deudas: debía pagar las letras de una refrigeradora. Además, ya no quería que sus parientes se rieran de él porque no tenía dinero ni para comer, detalló el informante a este medio.
Ahora, Choto espera en prisión el llamado a juicio para conocer el desenlace del crimen de esta mujer que ya era jubilada. EXTRA intentó conversar con los seres queridos de la víctima, pero uno de ellos explicó que deseaban mantenerse al margen de cualquier mención.
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