Habitantes de doce de barrios del occidente de Quito, pertenecientes al cabildo de Toctiuco, se han unido en esta vacaciones escolares del 2023 para llevar a cabo actividades que permitan a sus niños ocuparse, aprender y divertirse en jornadas de arte, cultura y juegos.

De esta forma, además, los alejan y protegen de situaciones de riesgo como maltrato infantil, mendicidad, ‘malas juntas’ y vicios como el consumo de sustancias estupefacientes, porque al estar en vacaciones se exponen a que alguien trate de inducirlos a cosas negativas.

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Estas jornadas, dirigidas a pequeños que van de los 6 a los 12 años, se han llevado a cabo en la Unidad Educativa Pichincha, ubicada en este populoso sector capitalino.

Sin embargo, los menores no solo han permanecido en este sitio, porque también han sido llevados a realizar paseos y a disfrutar de películas en cines, según detalla el presidente del cabildo juvenil de Toctiuco, Wilson Faz.

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El dirigente añade que también han estudiado la historia de su sector (Toctiuco), cuyo nombre en español significa flor de maíz. Asimismo han practicado teatro, baile, han ido a piscinas, entre otras actividades que han sido de agrado para los niños.

Algunas de las personas que contribuyen al cuidado de los menores son adolescentes y jóvenes, de entre 14 y 29 años, que en su niñez también fueron parte de estos campamentos barriales. Ellos son llamados monitores.

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Daniela Quispe es una. Ella comenta que ayuda a los asistentes a realizar manualidades, a pintar, a cantar y a cualquier actividad que sea del agrado de los infantes. “Los niños son los más felices, los que más disfrutan”, sostiene.

Con ella coincide la monitora Jazmín Guaraca, quien explica que lo mejor de estos campamentos es “compartir con los niños, disfrutar con ellos, porque ellos son los que se divierten (...). Se pasa de lo mejor aquí”.

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Christian Iván Quispe, coordinador del cabildo barrial, menciona que otro objetivo de estos campamentos es mejorar la calidad de vida de los niños, para que tengan otras alternativas para desarrollar “su pensamiento, la imaginación, la creatividad”.

Para una de las clausuras, los asistentes contaron incluso con obras de teatro, circo y juegos inflables que, de acuerdo al lugareños, fueron posibles con el trabajo mancomunado entre entidades municipales y la ciudadanía. Quispe invita a que más niños se unan a las actividades que se organizan en estos doce barrios capitalinos.

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