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Rodrigo Paz, un político que amaba el fútbol
Rodrigo Paz Delgado también es recordado como un buen alcalde de Quito. Él impulsó la dotación de agua potable para la ciudad en 1988.
El Negro Paz, como cariñosamente lo trataban, no solo llevó a Liga Deportiva Universitaria a la gloria, también fue el artífice de varios avances en la capital tanto desde su faceta empresarial como en su paso por la Alcaldía en 1988.
Paco Moncayo, quien fue su contendiente en 2005, recuerda que durante la campaña y los debates previos a las elecciones nunca hubo un cruce de palabras “ni malas caras”, nada de insultos. “Todo se manejó correctamente”, agrega el exalcalde.
La gestión de Rodrigo Paz es una de las más recordadas en Quito, pues sentó las bases para la dotación de agua potable a la mayoría de barrios. “Luego de eso, quienes estuvimos al frente de la ciudad pudimos continuar con esa obra”, comenta Moncayo.
Don Evaristo fue un personaje que surgió en las pantallas durante la alcaldía de Paz, a través de él se mostraban historias con moralejas cargadas de la sal quiteña.
Para Mauricio Rodas, también exalcalde de la urbe, su mayor cualidad fue la de “administrador muy eficiente” y sin escándalos por corrupción. “En su gestión más bien hubo un fortalecimiento de la institucionalidad del Municipio”.
Asimismo, fue quien entregó a la ciudad el parque Fundeportes, ubicado en Chillogallo, que hace dos años fue repotenciado y renombrado como parque Carolo. “El deporte siempre fue importante para él”, asegura Rodas.
Ambos exfuncionarios reconocen que el Negro Paz fue uno de los alcaldes más queridos por los quiteños, pues tenía cercanía con la gente y su carisma le permitía incluso hacerse ‘pana’ de los trabajadores municipales.
Aunque el fútbol fue su real pasión, también se desempeñó en otros cargos públicos como: ministro de Finanzas de Jaime Roldós y presidente del Consejo Nacional de Modernización (Conam) en el gobierno interino de Fabián Alarcón.