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La Policía se desplegó para resguardar la escena.René Fraga

¡‘Plomo’ a la orden del día en Quito!

Retaliaciones entre bandas, crisis económica y la bronca carcelaria harían que en Quito ocurran más crímenes bajo esta modalidad. 

En Quito, las muertes al estilo sicariato han cobrado la vida de cuatro personas durante marzo. Ya sean en carros o en motos, los delincuentes han llegado a sus víctimas y los han baleado. Algo que no se ha visto con tanta frecuencia.

El más reciente ocurrió la tarde del jueves, en Llano Chico, parroquia del norte de la ciudad. Un hombre, de aproximadamente 25 años, llegó con su carro hasta una enderezadora para que lo arreglaran.

En ese instante, un tipo que usaba un casco de motocicleta entró y disparó. “Fue súper rápido, escuchamos cuatro tiros y cuando salimos, no vimos a nadie”, contó un morador del sitio, quien no dio su nombre.

Iván Naranjo, jefe de la Unidad de Muertes Violentas de Quito, detalló que en este tipo de casos se está investigando si se trata de posibles retaliaciones entre bandas delictivas de la capital. Además, algunas de las víctimas que dejó esta modalidad –desde el 6 de marzo– tenían antecedentes como en el último caso: según Naranjo, el baleado fue detenido anteriormente por tenencia de droga.

La violencia en Quito

Marcel Merizalde, analista de seguridad, dijo que estos crímenes en la capital podrían responder a las acciones de organizaciones que controlan tanto el tráfico como la producción de estupefacientes. “Quito podría ser más violenta que Guayaquil por como está estructurada política y económicamente”, enfatizó el docente.

Agregó que los crímenes no se tratarían solamente de venganzas, sino de una actividad rentable para los potenciales delincuentes. Algo que incluso respondería a la crisis económica en el país. “Surge como una forma de sobrevivencia de la población”.

A decir del experto, esta violencia creciente en la capital también confluye con los eventos registrados en los últimos meses en el sistema carcelario del país. Por eso, para Merizalde es necesario que esta problemática sea atendida por el gobierno nacional “antes que se vaya de las manos”.