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Detrás de la casa tienen un perro que cuida la entrada. Es bravo y temeroso.EXTRA

Perros y gatos desaparecen en manos de supuestos veterinarios

Falsos médicos esterilizan de manera clandestina mascotas en Los Vergeles, norte de Guayaquil. Una perjudicada acudió, pero nadie respondió.

Un punto rosa que marca la diferencia en medio de tanto gris y negro. Así es la casa de las familias Morante Coronel y Zamora Méndez, en el barrio Los Vergeles de Guayaquil. Una propiedad bonita rodeada de casas sin color, que aparenta ser muy agradable, pero por dentro esconde un gran secreto. Lo que nadie sabe es que dentro de ella habita un 'monstruo cibernético' que se hace pasar por médico veterinario, que desaparece a perros y gatos, sin dejar ningún rastro.

Quién se va a imaginar que a tan solo un clic, una mascota puede llegar a desaparecer o volver a casa con una larga cicatriz que le provocaría su muerte en un par de horas.

Desaparición de Gris

El pasado 7 de junio, Valeria dejó a Gris, su gatita de dos años, en manos de un hombre en una moto roja, del cual nunca supo su nombre. De forma ingenua, la joven pensó que en cuatro horas su mascota rescatada de la calle regresaría a casa esterilizada y lista para tomar reposo. Sin embargo, una supuesta confusión de la veterinaria y falta de una respuesta, la tienen hasta ahora esperando por su regreso.

Todo empezó cuando Valeria navegaba por Facebook y de la nada, se vio atraída por un buen descuento de esterilización de mascotas que ofrecía la página Animanía. 25 dólares para perros y 15 dólares para gatos, indicaba el anuncio. Además, incluía transporte gratis para recogerlos y dejarlos en casa.

“Confié en la página, pero no era una veterinaria. Ellos ponían fotos de los animales que han esterilizado, pero me imagino que son imágenes de algún otro lado. Aparece un consultorio con gatos esterilizados, que se veían aparentemente bien. También veía en el Facebook comentarios buenos sobre su servicio, me dejé convencer por eso y su precio barato”, rememora Valeria, mientras su voz empieza a quebrarse.

El día que ella entregó su gata al motorizado, eran las 09:00. Fue el último adiós de su felina, que dos meses antes había parido a cuatro michis. Aún recuerda lo nerviosa y agresiva que se puso en la despedida, la pequeña que siempre fue huraña.

Al mediodía, llamó al sitio para preguntar por su mascota, pero lo único que obtuvo fue una respuesta absurda. Le reportaron que se confundieron y la dieron en adopción posterior a la cirugía. Esto fue un acto que molestó a Valeria y a la vez le generó duda porque, según ella, nadie quería adoptar a una gata grande y salvaje.

Cuando llegó la noche, “llamé insistentemente y me dijeron que hubo una confusión y que me iban a devolver a la gatita el sábado”. A pesar de que continuó su insistencia y presión para que le devuelvan a su mascota, hasta hoy no hay ningún rastro de ella.

La perrita María Bonita y el gatito Gris nunca fueron devueltos a sus dueños.EXTRA

El último adiós de María Bonita

En septiembre pasado se repitió la historia con Nicole, cuando le entregó su perrita María Bonita al señor de la moto roja. Aún le duele su ausencia en todos los rincones de la casa y, pese a que tiene tres de sus hijos, la recuerda con cariño, guardando la fe de que sigue viva.

“Siento impotencia porque yo estaba por arrepentirme, tuve la sospecha de que mi perrita estaba embarazada, quería que la chequearan y confirmaran si lo estaba o no. Me arrepiento de haber mandado a mi mascota. Cada día me pregunto ¿qué le han hecho?, ¿será que está viva?, o ¿qué le estarán haciendo?”.

Lo que la llevó a confiar en Animanía fueron las fotos que aparecen en las redes sociales y que al momento de entregar a su french poodle, de 7 años, se percató que iban otros animales en uno de los dos guacales de la moto.

Después de 4 horas de haber visto sus ojos y pelaje blanco por última vez, el supuesto centro de veterinaria la llamó a informar que su perra sufrió un infarto. Lo peor de todo fue que solicitó su cuerpo, pero se hicieron los sordos, la bloquearon y nunca llegó.

La joven aún cree que María Bonita sigue viva, porque recibió un mensaje de una chica desconocida que vivió el mismo caso con su gato, y después de varios meses logró saber de su paradero. El animal estuvo en un estado crítico, pero lograron salvar su vida con un veterinario profesional.

Denuncia en espera

Nicole y Valeria no son las únicas que están en búsqueda de una respuesta sobre el paradero o cuerpo de sus mascotas. De acuerdo con la animalista, Mónica Chonillo, hay una infinidad de mascotas que han muerto o desaparecido a manos de estos veterinarios ‘truchos’.

Chonillo, quien también es fundadora del Movimiento Animalista en el Ecuador e integrante de la fundación Trato Ético de Animales (primera ONG legalizada en el país), durante 6 años ha investigado y perseguido a las familias Morante Coronel y Zamora Méndez, quienes, según ella, están detrás de estas páginas que se hacen pasar por veterinarias para “secuestrar y asesinar” animales.

No solo se hacen pasar como Animanía, sino que tienen una docena de páginas con la misma intención. Todas ofrecen un transporte gratuito, esterilizaciones a un buen precio y no dan razón de la dirección donde tienen su consultorio. Entre los nombres están: Dogcat, Mi Fiel Amigo, Bolitas de Pelo, Huellitas Fiel Animalito, entre otros.

Según la animalista, operan desde varios lugares, uno de esos es la vivienda rosada en Los Vergeles. “Esta casa no tiene letreros, permisos y asepsia para operar. Estas personas jamás dan la dirección porque no permiten que el dueño lleve al animal, o sea, es un sistema de estafa, donde viene sucediendo todos los días y con el auge de las redes sociales es peor”.

Se presentó una denuncia ante la Fiscalía, pero se necesita que más víctimas se unan y cuenten su versión. Como todo proceso, toma su buen tiempo y lo único que pide la animalista es apoyo por parte de entidades defensoras de los derechos de los animales y que los afectados no se den por vencidos tan pronto.

Pequeños orificios en las latas que tapan el patio que muestran parte de la propiedad.EXTRA

No dan la cara

EXTRA se comunicó vía telefónica con Animanía y Dogcat, quienes al principio ofrecieron un buen servicio, resaltando su transporte gratuito y desviando la respuesta sobre el nombre del veterinario. Finalmente, cuando se les preguntó por las mascotas desaparecidas, se quedaron en silencio y cerraron la llamada.

El pasado domingo 30 de octubre, Chonillo y unos servidores policiales acompañaron a Nicole para buscar a María Bonita en la casa de Los Vergeles. Las ventanas azules de la propiedad rosada tienen un efecto espejo que impiden ver lo que hay por dentro. Frente a la casa hay un lago negro, con poca agua.

Detrás de la casa hay una calle cerrada, oscura y angosta, donde se observa la puerta trasera, y a su lado, un patio tapado con retazos de aluminio oxidado y huecos que mostraban parte de la vivienda. Lo poco que se pudo ver en el lugar fue un espacio verde rodeado de habitaciones y muebles viejos tirados en el césped.

En las rejas negras de la entrada tienen como vigilante a un perro criollo y negro, que se pone nervioso y temeroso con la presencia de desconocidos. Además de su ladrido, en la búsqueda de María Bonita, se escucharon susurros de personas que pretendían esconderse, y entre esos, un vecino que dijo: “Están buscando a los que operan”.

EXTRA intentó dialogar con una vecina de la presunta clínica veterinaria, pero se negó a contar detalles sobre las familias. Cerró la puerta de su casa con agresividad.

Nicole no logró rescatar a María Bonita. La incertidumbre de saber si todavía está viva martilla su corazón.

Cárcel por causar muerte a mascota

En el artículo 249 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) indica que si una persona “por acción u omisión cause daño, produzca lesiones, deterioro a la integridad física de una mascota o animal de compañía, será sancionada con pena de cincuenta a cien horas de servicio comunitario. Si se causa la muerte del animal será sancionada con pena privativa de libertad de tres a siete días. Se exceptúan de esta disposición, las acciones tendientes a poner fin a sufrimientos ocasionados por accidentes graves, enfermedades o por motivos de fuerza mayor, bajo la supervisión de un especialista en la materia”.

En septiembre del año pasado, EXTRA publicó dos quejas similares contra los supuestos propietarios del mismo centro veterinario.

En uno de los casos, a un perro de raza pitbull le hallaron en su estómago “trozos de trapo, plástico y correa”. Nunca hubo respuesta por parte de la parte acusada.

Chonillo contó que en 2016 denunció a Morante en la Comisaría Provincial de Salud. “En ese tiempo ellos tenían la competencia de las denuncias de fauna urbana. Lo hice porque estaba realizando campaña de esterilización clandestina en su vivienda, en Los Vergeles”.

El maltrato animal es un delito de acción privada y no interviene la Fiscalía, sino un juez. La acusación particular (la querella) la presenta la víctima.