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La carga de Ana llegó en la tarde del lunes 29 y fue inmediatamente embodegada.Christian Vinueza

Penitenciaría del Litoral: Colchones se venden en los exteriores para los ppl

Colchones viejos fueron quemados por seguridad y porque apestaban. Familias fueron autorizadas a llevar ‘espumas’ de cierto tamaño, pero ya no habrá más chocolate, queso crema, snacks ni paracetamol

Doña Maura, nombre protegido, ha estado preocupada todos estos días porque su hijo, que hace un mes fue detenido y trasladado hasta la Penitenciaría del Litoral, está durmiendo en el piso.

Desde el pasado viernes 26 de enero hasta el domingo 28, colchones y otros objetos prohibidos hallados en las celdas del centro penitenciario fueron quemados en los patios del mismo. “Los colchones ya apestaban, por eso se los quemó”, confirmó a EXTRA una fuente policial.

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El humo alertaba a los familiares de las personas privadas de la libertad (ppl) y a quienes transitaban por la vía a Daule, avenida donde se ubica la ‘Peni’. Horas después, quienes esperaban fuera por noticias de sus familiares presos, fueron notificados de una nueva lista de objetos permitidos para su ingreso a la cárcel.

Como ‘plato fuerte’ y factor diferenciador entre las dos listas, ambas pegadas en la entrada del complejo carcelario, estaba una colchoneta, algo que antes no constaba.

En la entrada del CPL se encuentra pegada la lista antigua. De esta, toda la columna derecha ya no está permitida.Christian Vinueza

Entre los objetos que ya no se permiten están los alimentos y las medicinas, como: pan, galletas, atún, snacks, jugos, mantequilla, queso crema, chocolate y paracetamol, que estaban en la anterior lista.

Empiezan hoy

“De las otras cosas no nos preocupa tanto, pero sabemos que están durmiendo en el piso y eso nos preocupa ahora. Desde que las Fuerzas Armadas intervinieron (en el CPL Guayas No. 1), han estado pasando diferente”, comentó Maura.

Frente a esta preocupación, Ana Chávez, vendedora de productos varios en los exteriores de la ‘Peni’, les tenía la solución: una camioneta con una carga de 20 unidades, entre colchones de una plaza y colchonetas. Ella llegó a las 18:00 del lunes para embodegar la mercadería y poder venderla al siguiente día.

Jugos en polvo o en envases tetra pack, así como mortadela, azúcar ni vitamina C tampoco constan en el nuevo listado.

“He trabajado en esto por 20 años, siquiera. Aquí se aprovecha a lo que les piden a las familias: si les dicen medicina, se traen medicamentos; si son artículos de aseo, se traen jabones; en esta ocasión fueron colchones y ya trajimos la mercadería”, explicó Ana.

Y hay diferentes opciones de colchonetas en grosor y tamaño. “Los precios parten desde los 15 dólares. Ese es el básico. De allí, otros mejorcitos cuestan de 20 para arriba”, detalla.

Ella esperaba hacerse su ‘dinerito’ entre ayer y hoy 1 de febrero, cuando a partir del mediodía se permita el ingreso de este nuevo artículo. “Ya están comprando algunos familiares o al menos han venido a preguntar los precios”, señaló, aunque sabe que no todos comprarán allí. “Si lo hacen es porque tal vez se quieren ahorrar el flete. Hay familias que vienen de otras ciudades o de sectores lejanos y les sale más caro si pagan el transporte”.

La lista antigua, del lado izquierdo, y la lista nueva tienen de diferencia elementos para alimentación.Christian Vinueza

Entre los que no adquirirán, según anticiparon, están doña Maura y Gabriela, otra familiar de ppl que se encontraba esperando desde la mañana del lunes por alguna ‘buena nueva’.

“No compraré porque no es justo que se los hayan quemado los viejos. ¿Cómo saben si uno tiene el dinero para comprar algo así? A veces no hay ni para una comida, peor para un colchón”, dijo Maura.

Mientras que Gabriela argumenta que no comprará colchón porque “¿cómo puedo estar segura de que eso llegue a las manos de mi pareja?”

15 dólares es el precio de la colchoneta más económica en el lugar.

No solo malolientes

Según una fuente militar, a más de que apestaban, otra de las razones por las que las espumas fueron incineradas es porque eran el lugar de escondite de todo tipo de armas, celulares y demás.

“Ya se les publicó nueva lista, deberán regirse por lo que dice allí. Hay personas que quieren igual ingresar objetos que sí se dejaban (como chocolate o rosquitas) y por eso se enojan, pero hay que cumplir con lo estipulado”, finalizó uno de los uniformados que se encontraba en la entrada del centro penitenciario.

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