Pedro (nombre protegido) vive en lo alto de una loma en el sector de Pascuales, la cual colinda con un tramo de la vía Perimetral. Debido a las deplorables condiciones de la calle lodosa que conecta con su hogar, el pasado 29 de enero su madre tuvo una aparatosa caída que le provocó la fractura de su brazo izquierdo.

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La problemática se centra en la manzana 215 de la cooperativa Assad Bucaram, donde el inconveniente empeora cuando llueve. “Esto se llena de lodo y parece una resbaladera. Apenas lloviznaba cuando mi mamá se resbaló y se aguantó con el brazo, lo que hizo que se fracturara”, reclama Pedro, quien prefirió no dar su apellido para eludir posibles represalias.

Édison Muguerza, otro residente de la zona, también se refirió a esta problemática: “He ido hasta al Municipio, pero no nos han ayudado. Uno aquí tiene que andar con ‘cuatro patas’, porque en invierno esto se pone baboso”.

Agregó que ni sus familiares lo visitan ya, debido a las malas condiciones de acceso a su casa. “¡Ni la suegra quiere venir!”, exclamó.

Los vecinos del área también destacan otro problema: la falta de recolección de basura en la estrecha colina. En lugar de subir hasta ese sitio, el camión recolector pasa por la parte inferior, en la vía Perimetral. Como resultado, algunas personas optan por arrojar la basura por el barranco, para evitar la fatiga, creando una cascada de desechos que genera un mal olor, lo que provoca que moscas y ratas inunden el área.

“Yo llegué hace 28 años, esto ha sido siempre. De caídas, he tenido cientos. Estoy en riesgo viviendo en este abandono”, expresó el vecino Marco Mudumba.

Además de la carencia de asfalto en esa calle, se presentan otros problemas, como la ausencia de alcantarillado y la escasez de alumbrado público. Como medida alternativa, Édison Murguese ha decidido invertir 12 dólares en dos focos intensos para iluminar la zona, con el objetivo de disuadir la delincuencia. Su casa se ha convertirdo en una especie de poste de luz.

Ante estos obstáculos que viven Pedro, Murguese, Mudumba y el resto de la comunidad de ese sector de Pascuales, alzan su voz solicitando al Cabildo porteño la nivelación de la calle. Argumentan que los accidentes, la acumulación de basura y demás obstáculos son recurrentes, y subrayan que “este lugar está completamente olvidado”.

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