Los últimos diez años han sido una pesadilla para Mercedes (nombre protegido). Su guía espiritual, la persona que debía inculcarle con buenas acciones, el amor a Dios, se convirtió en su más cruel verdugo y en el culpable de sus lágrimas y temores.

La joven, de 26 años, confiesa haber sido una de las víctimas del hoy investigado pastor Evert García Salamar. El religioso, de 57 años, junto a su cónyuge, Maribel Ordeñana, y Evelyn Intriago, su supuesta cómplice, fueron aprehendidos la noche del martes en dos operativos realizados por la Policía y la Fiscalía, uno en Guayaquil y otro en Buena Fe (Los Ríos).

Los ojos de la guayaquileña se humedecen y su voz se quiebra al hablar de las supuestas amenazas y ultrajes sexuales de los que habría sido objeto por parte de García, a quien también acusa de engañar y embaucar a su familia tomándose el nombre de Dios.

Un viejo conocido

“Tenía cuatro años cuando lo conocí. Mi hermana tenía dos y mi madre estaba embarazada de mi otro ñañito. Fue mi abuela paterna que nos los presentó. Él predicaba la palabra de Dios y aseguraba que era enviado del Señor. Nos decía que era un apóstol, un profeta. Él jugó con la fe de mi familia”, recuerda la compungida joven.

Mercedes asegura  que desde que era menor de edad garcía iba a la casa de sus padres para comer y exigirles dinero, para lo cual argumentaba que él era "el enviado de Dios".

“A mi madre la obligó a retirarse del trabajo y le quitó el dinero de su liquidación. Eso hacía con todas las personas mayores y a los jóvenes nos decía que dejemos los estudios, porque si no lo hacíamos Dios nos castigaría o alguien de nuestra familia desaparecería”, agrega la chica.

Asimismo, recuerda haber visto al pastor, utilizar un arma de fuego y que les decía era para defenderse de la gente mala.

Violada y embarazada

La primera vez que Mercedes presuntamente fue víctima sexual del pastor tenía 16 años. Habría ocurrido durante un retiro espiritual realizado en Buena Fe.

“Estábamos en un campamento y durante el festejo de los cultos me mandó a ver con una de sus cómplices, Evelyn Intriago. Ella me dijo que la acompañe hasta la habitación, que el pastor quería hablar conmigo. Accedí porque no pensé que era para algo malo”, manifestó.

A los pocos minutos Evelyn se retiró del dormitorio y la dejó sola con el pastor.

“Ella le puso candado a la puerta y él se me tiró encima y me dijo: ‘Tú ya tienes edad, ya es hora de que sepas lo que una mujer hace con un hombre, esto es parte de Dios’, me lanzó a la cama y me violó”, recordó la chica mientras secaba sus lágrimas.

Mercedes manifestó que luego del ultraje sexual García le advirtió que si contaba lo ocurrido a su familia le pasaría algo. “Si no haces lo que te digo correrán ríos de sangre, sé donde vive tu familia”, le advertía.

Reveló que el ultraje sexual trastocó su vida y la convirtió en una joven reservada, amargada, que evitaba hablar con su familia.

“Comencé a portarme rebelde y ya no quería ir a la iglesia. Pero él (García) le dijo a mis padres que estaba endemoniada, que se me había metido un espíritu maligno y que era necesario que vaya a un retiro, porque si me negaba sería víctima de las drogas y podía caer en la prostitución”, dijo la joven.

Convencidos de que lo que decía el religioso era verdad sus padres decidieron enviarla a un nuevo retiro. “Fuimos 12 chicas, viajamos en su furgoneta. En el camino nos compraron unas tortillas y comencé a sentirme mal, él me dio una pastilla que me hizo dormir. Cuando desperté me estaba violando. Me encerró por tres días en un cuarto y me pasaban la comida por un espacio que estaba debajo de la puerta”, aseguró la chica.

Pero esas violaciones de las que fue víctima habrían tenido consecuencias. Mercedes asegura haber salido embarazada y que el pastor la obligó a abortar.

“Me llevó a una clínica e hizo que me practicaran un aborto cuando tenía cinco semanas de gestación”.

También violó a su hermana

Pero la tragedia no acabaría con Mercedes. Su hermana, dos años menor a ella, también habría sido víctima del sádico pastor. “Luego de dos años hizo lo mismo con mi hermana. Ella tenía 16 años y también la violó. Al igual que a mí, la amenazó que si contaba lo que ocurría mataría a mi familia”, afirmó la joven.

Mercedes reveló que fue su hermana, quien cansada de los constantes abusos sexuales y luego de haber visto al religioso violar a una adolescente de 13 años, la que se decidió confesar a un familiar los ultrajes que estaba viviendo.

“Mi tía y mi hermana fueron a la Policía y denunciaron lo que estaba pasando. Ahora solo pedimos justicia para que este hombre que nos hizo tanto daño y sus cómplices paguen por lo que nos hicieron”.