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Pacientes, en la tarde del miércoles, ingresaban a las instalaciones de Solca.FRANCISCO FLORES

¿Qué pasará con los pacientes oncológicos derivados del IESS? El drama de las familias

Los nuevos usuarios del IESS en Solca no serán recibidos. Usuarios que estaban por iniciar sus tratamientos temen desmejorías en su cuadro

Carmen (nombre protegido) no tenía conocimiento hasta la mañana de ayer de que padece cáncer y, por lo tanto, tampoco sabe que es una de las afectadas por la reciente decisión de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer Ecuador (Solca) de no admitir nuevos pacientes derivados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), debido a la “escasez de insumos médicos y severa limitación de medicinas oncológicas en inventario”.

Su sobrina Malena, en entrevista con EXTRA, contó que esta medida dejó a su familia desconcertada, pues ellos apenas estaban asimilando la noticia. “Ni siquiera le hemos dicho (a Carmen) qué tiene porque sufre de depresión y su diagnóstico solo la empeoraría: dejaría de comer y pensaría en lo peor”.

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Este duro momento lo asumió su núcleo familiar, ya que su tía es soltera y no tiene hijos. Hace aproximadamente seis meses, la familia llevó “casi obligada” a Carmen a realizarse exámenes de sangre debido a una exagerada pérdida de peso y, después de algunos estudios especializados, supieron que la enfermedad la aquejaba.

"Venimos de Salinas y sabemos que aquí, aunque viajando, tenemos la atención. ¿Qué pasará ahora?”.Eduardo Yagual, padre de paciente oncológico

“No queremos que mi tía piense que es una carga; es como una madre para nosotros. Haremos hasta lo imposible porque ella reciba la atención que merece. Aunque nos preocupamos, no podemos quebrarnos”, dijo.

Johnny Peláez compartió el sentimiento de Malena, pero por el temor de que al finalizar los convenios de los pacientes con tratamientos ya iniciados no se renueven. Su esposa, Alexandra Lucas (54), era su preocupación, ya que padece cáncer de seno metastásico (el tumor se diseminó hasta uno de sus pulmones) y recibía atención en Solca Guayaquil desde 2020.

“Ella, por un corto tiempo, recibió tres quimioterapias al mes; pero la oncóloga le cambió a una mensual. De suceder la finalización del convenio, ¿cómo podríamos costear el tratamiento? Ni siquiera conozco el precio, pero sé que es costoso”, afirmó.

Según José Jouvin, presidente de Solca Guayaquil, las oficinas de Quito, Cuenca y Manabí también esperan pagos. En Quito, las obligaciones pendientes serían de 120 millones.

Johnny aguardaba por su esposa en las afueras de la zona de emergencia.FRANCISCO FLORES

Johnny permanecía tranquilamente sentado bajo un árbol frente al área de Emergencias de Solca Guayaquil, a pesar de que Alexandra estaba experimentando un decaimiento debido a una infección respiratoria. Sin embargo, sabía que debía mantener la calma, ya que las tensiones podían empeorar su enfermedad, y no sabía cuánto tiempo más podría sostener esa tranquilidad.

“Si ella pensaría en esta situación y le diera vueltas, le generaría tensión y el médico nos pidió evitarlo”, reflexionó.

¿Qué dicen las autoridades de SOLCA e IESS ante lo sucedido?

En cuanto al cumplimiento de las obligaciones pendientes del IESS, José Jouvín, presidente de Solca Guayaquil, en un programa radial transmitido el jueves 27, aseguró que en la tarde del miércoles les habían cancelado 4 millones de dólares. Sin embargo, el pago habría sido seguido de un mensaje de Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del IESS, en el que lo “amenazaban” de que si no levantaba la medida, le “enviarían a la Contraloría”.

Jouvín, además, calificó como grosería el término de ‘sueño de perro’, usado por Peña, para referirse al comunicado. “Es una grosería no solo para Solca, sino también para nuestros pacientes. Ellos sí tienen sueños, y de ser curados”, expresó.

¿Cómo podría afectarse la salud de los pacientes oncológicos?

El gineco-oncólogo y mastólogo Francisco Plaza certificó lo que dijo Johnny. “Las tensiones afectan directamente a la disminución de las defensas de los pacientes, lo que tiene efecto en el curso natural de la enfermedad”, sostiene.

El especialista, que ha tratado a pacientes oncológicos desde hace 30 años, explicó que el tiempo libre de la enfermedad y el tiempo de sobrevida se acortan en mayor cantidad al esperar por más tiempo del adecuado para que los procedimientos se efectúen. “El tratamiento debe ser realizado en el momento en el que el paciente lo necesita y el protocolo lo exige”, enfatizó y añadió que en muchos casos "la burocracia conspira en contra de la enfermedad". 

"Nos preocupa que estemos en la misma situación que los nuevos pacientes. Es aterrador”.Johnny Peláez, esposo de paciente oncológica

Él explicó que por esa razón, los métodos deben ser aplicados de manera secuencial y oportuna, pero "en el país  no sucede con el cáncer, pues la burocracia lo lleva a esperar hasta seis meses cuando el paciente debe recibir la 'quimio' hasta después de un mes".

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