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El parque de Puerto Liza tiene ‘las 7 plagas’: basura, descuido y cero vigilancia
Los vecinos creen que este sitio de recreación tiene potencial como de la Kennedy; pero, al paso que va, solo será el próximo botadero de basura. Piden mayor atención a las autoridades.
Ellos no es que se complican porque son ‘picky’, como lo dice la canción de reguetón; tampoco se creen divos, pero sí piden que les den cinco centavitos más de atención. ¡Paren bola, pues!
El parque de Puerto Liza, tan grande que caben representantes de todos los deportes al mismo tiempo, está “en abandono”. Desde diciembre, según los usuarios, el parque está descuidado.
Al ‘pegarse un trote’ por el camino indicado para aquello, no se ven las gotas de sudor de los que se ejercitan, sino basura, basura y más basura.
El recorrido por ese camino dura más de cinco minutos. Es decir, lo único que tienen los ciudadanos como ‘paisaje’ mientras sacan físico son botellas de plástico, envoltorios de comida, servilletas usadas y todo tipo de desechos.
“Nosotros, al iniciar enero, tuvimos que limpiar porque no se puede vivir en medio de la porquería”, comentó Wladimir Acosta, ‘pelotero’ del parque.
Él junto con más de 30 personas se reúnen todas las tardes a jugar vóley, básquet e indor en las canchas; sin embargo, desde que entran al parque se llevan una mala impresión.
“En la calle de atrás (Bolivia) acumulan basura todos los días. Uno desde que va entrando tiene que aguantar malos olores”, asegura.
Y aunque la basura sea apestosa, lo más preocupante es la inseguridad en los alrededores. Durante el recorrido realizado por EXTRA la tarde del viernes 27 de enero, un hombre fue asaltado en las inmediaciones del sitio. Hubo bulla y los choros salieron ‘soplados’.
Carmen, moradora, acota lo mismo que fue visualizado por el equipo de este Diario. “Aquí roban duro y feo, no se puede caminar en paz”.
Y, acorde a lo que cuentan Vicente Villafuerte y Santiago Palma, quienes descansaban un ‘chance’ al pie del pequeño parque acuático, también les da miedo caminar por el parque porque la gente (hombres y mujeres) hace sus necesidades en algún ‘escondite’, ya que los baños están cerrados.
“A veces uno va pasando sin saber que hay alguna mujer u hombre haciendo por ahí y lo único que se hace es ver hacia otro lado”, afirma Santiago.
Pero, como para ponerle más pimienta y sal al caldo, ellos comentan que la piscina con juegos infantiles en el centro no ha sido limpiada hace más de dos semanas. Incluso, mientras EXTRA estaba en el sitio, un perro con tres niños se daban un ‘cuche’ en el agua y hasta una bicicleta, conducida por otro menor de edad, hacía malabares cruzando de un lado a otro la pileta.