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¡La peste ataca a los héroes de la capital!
El personal de salud de los hospitales públicos se contagia ‘full’. Hasta la fecha han fallecido siete doctores en Pichincha.
El último médico que perdió su vida batallando contra el coronavirus fue un dermatólogo. El profesional de la salud falleció el pasado sábado en un centro hospitalario del norte de Quito. Con este caso, el Colegio de Médicos de Pichincha (CMP) registró siete doctores que han muerto en la capital desde que se inicio la emergencia.
Sin embargo, habría un registro de especialistas que no son afiliados a este gremio, quienes también fallecieron, al parecer, por el ataque del virus. En total serían 30 doctores. Por esta razón, la entidad inició una investigación de los casos para tener una cifra exacta.
Doctores, enfermeras, auxiliares, camilleros, personal administrativo y hasta guardias de seguridad se contagian a diario por la exposición que tienen con pacientes contagiados de COVID-19.
En el hospital Carlos Andrade Marín, en el centro de la urbe, se realizaron 1.980 pruebas al personal e identificaron que 130 trabajadores están infectados con el virus. Esto representa el 6,7 % del total de empleados del lugar.
Roberto Beletanga, director médico del hospital, señaló que la mayoría de casos positivos pertenece a las áreas donde son tratadas las personas que no tienen coronavirus. En estos espacios se recuperan 250 pacientes oncológicos, pediátricos y con otras patologías.
Uno de los últimos galenos contagiados fue un cirujano quien estuvo en terapia intensiva, pero actualmente se encuentra estable.
Beletanga dijo que existe un déficit de personal sanitario para contrarrestar de mejor manera el avance de la pandemia. Según su análisis, faltarían 300 enfermeras para la cobertura de acuerdo a los protocolos y estándares de atención. “Trabajamos con el mínimo de personal requerido.” añadió.
Ante esta realidad, el doctor Víctor Álvarez, presidente del CMP, se mostró preocupado porque la falta de empleados en el sistema de salud provocaría un retraso en la contención de la pandemia.
El experto explicó que por cada médico que se encuentre aislado o haya fallecido por el virus, existe la probabilidad de que hasta 10 pacientes mueran por la falta de atención.
Álvarez añadió que la demanda en Quito de personal sanitario es insostenible porque los profesionales de otras especialidades deben suplir a los que están en primera línea como los internistas y médicos de cuidados intensivos. “Ellos están siendo reemplazados por anestesiólogos”, comentó.
En otros frentes de batalla
En el Hospital IESS Quito Sur trabajan 2.300 personas, de las cuales hay 40 infectados. La mayoría de ellos son trabajadores administrativos. El gerente del hospital, Danilo Calderón, mencionó que los infectados habrían adquirido el virus afuera del establecimiento por contagio comunitario.
A una hora de esta casa de salud está el hospital Pablo Arturo Suárez, donde ocurre un escenario similar. En este centro, el 30 % de trabajadores administrativos tiene el coronavirus.