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Obligó a su novia a tatuarse que era de su propiedad, hoy está preso
"El primer año fue perfecto, me trató como a una princesa. Los siguientes fueron un infierno", dijo la mujer, quien se atrevió a denunciar al cobarde
No es amor, es una obsesión patológica. Aaron James Wharton, de 31 años, fue sentenciado recientemente en (Inglaterr) a 1 año y 9 meses de prisión. El motivo: los cinco años que abusó de su esposa Nicola Frost.
Además de golpes y humillaciones, incluyó nueve tatuajes con la de que Nicola era propiedad de Wharton.
"Propiedad de AJ Wharton" se lee en uno de los tatuajes que el desequilibrado sujeto obligó a su mujer a hacerse.
Los tatuajes servían, según Nicola, para que "nadie más la tocara" . Esa era la lógica del hoy preso.
Nicola dio detalles durante sus declaraciones en el proceso judicial. Afirmó que su exmarido la separó de sus amigos. El nivel de control era tal que la mujer tenía que pedir permiso para ir a centros comerciales.
Tras los cinco años de agresión, Nicola decidió irse de casa en el año 2018.
"El primer año fue perfecto, me trató como a una princesa", cuenta la mujer sobre el tiempo que estuvo viviendo con el sujeto. "Los siguientes cinco fueron un infierno", agregó.
Aaron J. Wharton quería legalizar la unión (o su "propiedad", según su torcida lógica). Nicola no aceptó, lo que llenó de ira al sujeto y en febrero del año pasado la agredió brutalmente tras entrar a la casa en la que vivía, todo delante de sus hijos.
"Durante minutos me dio un puñetazo en la cara. Me cortó la cara con un cuchillo. Si no hubiese estado borracho y no se desmayaba, no creo que estaría aquí hoy", dijo la mujer violentada.