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Negocios se quedan sin salvavidas
Navidad y Año Nuevo eran las alternativas que tenían los comerciantes de recuperarse, en algo, de la larga crisis de la pandemia.
Bastó un año para que el negocio de Vicente Paredes entrara en una de sus peores crisis. Durante cinco décadas, el artesano ha mantenido la tradición de elaborar caretas de caucho y cartón, en el norte de la capital.
Su salvavidas financiero estaba en tres fechas que están próximas: Navidad, los Santos Inocentes y Año Nuevo. Ahora ve lejano aquel respiro económico, debido a las restricciones tomadas desde el COE nacional ante la crisis sanitaria.
“Invertí cinco mil dólares y pensaba recuperar algo”, lamenta en su taller, donde las máscaras se quedaron en la percha. El año anterior ocupó la mano de obra de al menos 20 personas, para la creación y venta de su producto. En este 2020 solamente tiene dos ayudantes.
Gustavo Ruiz, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), cree que estas medidas son bastante limitantes para la realidad que tiene el país. “Ya pasamos, desde marzo, restricciones muy grandes, empezando en la movilidad y en el consumo.”
A su criterio, lo impuesto frenó una alternativa de, por lo menos, evitar terminar el año con pérdidas totales.
Desempleo
A más de Paredes, hay otras personas que subsisten en estas fechas con la venta temporal de productos navideños y que también, con la llegada del fin de año, compran monigotes para comercializarlos. Con el toque de queda y la restricción de movilidad, esa iniciativa también se perdería.
Así lo confirma María Trejo, miembro de la Asociación Senderos de Carcelén, cuyo negocio lo ubica junto a otros compañeros en el norte de Quito. Explica que todos los años viajaban a Guayaquil para traer los muñecos para la quema del 31 de diciembre.
“Queremos que nos autoricen para viajar porque ya nos están esperando los compañeros que hacen los ‘años viejos’”. Lo que Trejo calcula es que podrían viajar de acuerdo con el número de placa, descansar y volver cuando se pueda circular.
presidente de
la Cámara de Comercio de Quito
“Lo que queremos es que los clientes nos compren y se lleven los monigotes para quemarlos en sus casas”. La idea le surgió porque la quema no se podrá hacer en las vías públicas y porque no quieren quedarse con las manos vacías.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, vislumbra que las decisiones recientemente tomadas agravarán la crisis que dejó la pandemia. “Se perderá el capital que las personas invirtieron en la mercadería y también los bienes de consumo que debieron comprar con ese dinero”.
La consecuencia sería, a decir de Alarcón, el cierre de algunos negocios, lo que agravaría el desempleo.
Cerrados por irrespeto de aforo de clientes
El irrespeto a las normas de bioseguridad se castigan. Tres locales de ropa de un reconocido centro comercial en el norte de Guayaquil fueron clausurados la tarde del lunes.
La sanción se aplicó porque las tiendas habrían irrespetado la capacidad de clientes en los establecimientos.
El director del departamento de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil, Xavier Narváez, indicó que los operativos de control en centros comerciales se realizan todos los días, para verificar el cumplimiento de las normas que el COE cantonal ha decretado.
“Tenemos dos funcionarios en cada centro comercial para que verifiquen el respeto a las medidas de bioseguridad”, manifestó Narváez.
Ahora sí se sancionará a choferes infractores
Cerca de 55.000 policías colaboran a nivel nacional en el control durante el toque de queda y con la restricción vehicular de acuerdo con el último dígito de placa.
Hasta la mañana de ayer, solo se aplicaron acciones preventivas contra los conductores que no acataron las disposiciones, aunque sí fueron llevados al canchón los automotores que no exhibían las placas y además se procedió a retirar películas antisolares.
En la tarde estaba previsto aplicar sanciones, como la retención del vehículo por quince días.
“No habrá multa, pero el dueño del carro o moto deberá pagar la tasa por concepto de garaje, que es de seis y tres dólares diarios, respectivamente”, aclaró Luis Lalama, director de Control de Tránsito en Guayaquil. (JPZ)
Las cámaras y la Península cuestionan “las medidas exageradas”
El toque de queda y las restricciones que rigen desde el lunes mermarían las ventas del sector privado en $ 2.000 millones, durante diciembre. Así lo calcula la Cámara de Comercio de Quito, que prevé que los sectores más afectados serán el de alojamiento y de los restaurantes.
Resoluciones como la limitación en la circulación vehicular e imponer menores aforos son cuestionadas por las cámaras de la producción, por las dudas de su eficacia en la mitigación de contagios.
La Cámara de Comercio de Guayaquil pide dejar laborar al sector productivo durante las 24 horas.
Recomienda intensificar el control epidemiológico a la entrada del país y hacer que se cumplan, dentro de él, las medidas de bioseguridad ya establecidas.
Mientras que el COE cantonal de Santa Elena pide más flexibilidad en las medidas.
“Tenemos más de veinte balnearios listos para que los turistas puedan pernoctar y evitar los amontonamientos. Ha sido un trabajo planificado en conjunto entre la Empresa Municipal de Turismo y la Universidad Estatal. Vamos a evitar que todo se vaya al traste”, dijo el alcalde Otto Vera. (LZ-JL)