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Mujer asesinada en el bosque de Carcelén fue llevada al Carchi
Según el esposo de la víctima, la autopsia no reveló que haya sufrido violación, por lo que presume que pudieron matarla por resistirse
El deseo de Eugenia Arteaga fue que la enterraran en el cementerio del cantón San Gabriel, en la provincia de Carchi. Sus hijos y esposo cumplieron su voluntad.
La mujer, de 46 años, fue asesinada el jueves pasado en el bosque de Carretas, sector de Carcelén, norte de la capital, mientras caminaba con su mascota.
Por la forma en que la hallaron, maniatada y con la ropa desgarrada, se presumía que pudo haber sido violada. Sin embargo, su esposo, Rocke González, dijo a EXTRA que en la autopsia no se evidenció agresión sexual.
“Quizás se resistió y por eso la apuñalaron”, comentó mientras hacía las gestiones para llevar el cuerpo a su tierra.
Además, insistió en que la familia siempre ha salido a caminar en ese bosque sin llevar cosas de valor. “Dejamos celulares y joyas. Salimos con la mascota y la correa”, explicó.
Por ello, también presume que los atacantes pudieron agredirla de esa forma por la frustración de no poder quitarle nada. “Es inadmisible lo que le hicieron, no entiendo tanta violencia”, lamentó.
Tras las primeras investigaciones se decía que unos indigentes que habitan en el bosque fueron quienes cometieron el crimen. Rocke aseguró que ellos siempre estuvieron atentos a las personas que rondaban el sitio. “Ahí no viven indigentes, pero sí ha habido personas que aprovechan el bosque para ir a fumar”, agregó.
Eugenia era cosmetóloga y también sufrió las consecuencias de la pandemia, pues debió cerrar su local por la crisis. González la recordó como una mujer luchadora, pues enseguida buscó trabajo.
La víctima tenía dos hijos. Uno de ellos fue quien la encontró ese día, pues se preocupó cuando su madre no volvía de su caminata. Salió a buscarla y halló al can amarrado a un árbol, cerca de la víctima.
El domingo estaba previsto que se realizara la misa en la iglesia central de San Gabriel, a las 10:00. Luego sería sepultada en una urna junto a sus progenitores.
Rocke González también contó que le informaron que una persona ya habría sido detenida por el asesinato de su esposa, aunque no sabe de quién se trata.
“En cuanto vuelva a Quito me voy a poner al frente del seguimiento del caso. Estos días han sido muy difíciles”, agregó.
En las primeras indagaciones se encontró una tijera con sangre cerca del lugar del crimen, lo que fue llevado como evidencia para las investigaciones. También se hallaron cobijas, colchones y botellas de licor.