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Los pasillos del mercado San Roque lucen vacíos de clientes, aunque las caseras están bien abastecidas.RENE FRAGA

Mercados de Quito sin clientes por el feriado de Año Nuevo

El abastecimiento para la capital ha sido normal, pero no hay quien compre. Comerciantes dicen que "ya fue mucho feriado"

En el Mercado Mayorista, ubicado en el sur de Quito, las actividades fueron normales para las caseras. Aunque sus clientes, al parecer, siguen de paseo. Cristina Caiza, intuyendo que la venta no estaría muy buena por el feriado, se dio unas horitas de vacaciones. “Generalmente vengo a la una de la mañana, hoy llegué a las cuatro”, contó.

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Su negocio de comercialización de ajos se vio afectado porque no ha vendido lo que suele despachar a menudo. “Hasta por costales se llevaban, para los restaurantes, pero como todo está cerrado, aquí seguimos”, lamentó.

En los alrededores es posible ver a los cargadores de compras con sus coches, esperando, con la mirada en sus celulares. “Hasta el mediodía hacía unas 25 vueltas, ahorita llevo como 10”, comentó Rodrigo Yupa. Aunque también se dio sus pequeñas vacaciones por Año Nuevo, volvió a su puesto de trabajo porque “las cuentas no tienen feriado”.

Hasta que se acabe

En San Roque, otro de los centros de abastos más grandes de la ciudad, la dinámica fue parecida. “Ya mucho feriado ha dado este presidente. Las cosas se paralizan”, reclamó Patricia Carrillo, quien vende verduras. A pesar de que son días de feria, las ventas han disminuido. “Nos da miedo quedarnos con los productos, por eso nos toca quedarnos hasta más tarde”, explicó.

Otros como Luis Cevallos, un portovejense que expende frutas, optaron por dar ofertas. Él abrió una de sus sandías para llamar la atención y repartirla en pedazos. “Estamos desde la madrugada. Hemos vendido por lo menos un 30 % menos de lo normal. Ojalá la gente ya vuelva de paseo”, manifestó. También para evitar que se le quede la fruta, optó por dar más tiempo a los clientes. “Nos quedamos hasta más tarde, hasta que se venda algo más. Eso sí, con la bendición de Dios”, acotó.

Comerciantes como Luis Cevallos trabajaron hasta más tarde para vender sus productos.RENE FRAGA

Cristina no se preocupa mucho por eso, pues si no llega a vender todo el ajo, tiene la opción de molerlo y fabricar condimentos envasados.

Menos comercio informal

En sitios como el Centro Histórico o Chillogallo en el sur, no se registraron altas cantidades de ventas, por lo que incluso hubo fluidez en las vías aledañas. “Aquí siempre está lleno de gente. Al menos por el feriado podemos caminar por las aceras”, dijo Elizabeth Álvarez, moradora de Chillogallo. En el casco colonial, las ventas se concentraron en los alrededores de la Plaza Grande.

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