La ‘cacería’ de clientes empieza cuando la gente ingresa por el acceso norte del mercado Iñaquito, en el norte de la capital. “Sírvase sin ningún compromiso”, dice una joven mientras sostiene un vaso con jugo de naranjilla.

Ella se acerca a los usuarios potenciales e intenta ‘engancharlos’ para que vayan y disfruten de los batidos que hace la dueña del local que promociona. Jugos Pilarcita es el nombre del negocio y está bautizado con el nombre de la mujer que, durante más de 30 años, se ha dedicado a este delicioso oficio.

Pilar Llano representa al carisma puro que tienen las caseras para vender su producto, especialmente en la Sierra ecuatoriana. “Venga mi preciosito. Venga, sírvase, mi bonito, mi bello”, son los halagos con los que esta mujer, de 60 años, cautiva a sus clientes.

Cuenta que antes de llegar al mercado Iñaquito tuvo su puestito por el sector de La Marín, en el centro de Quito. “Empecé en la bajada de la calle Chile. Vendía coco, juguito de naranja y el tradicional ‘come y bebe’”.

Pero había un pequeño problema. Este tipo de productos no se podían expender en la vía pública, así que se trasladó a su actual ‘fortín’. Pilarcita, como le dicen quienes la conocen, se rodea de muros tan altos que tapan su pequeña estatura.

Por eso se ha ingeniado para poner dos tarimas en forma de gradas para subir sin problemas e imponerse por sobre la gente para ofrecer sus jugos.

LA ESPECIALIDAD

Pilar y su cuadrilla de ayudantes tienen sus funciones específicas. Tres chicas se encargan de ‘jalar’ a la gente para que les hagan el gasto. La dueña, en cambio, es la maestra en hacer las mezclas de sabores con cada una de las frutas que la rodean.

Al tiempo, Jason Avilán, venezolano de 24 años, cobra y organiza toda la logística: cernidores, licuadores, extractores de jugo y demás. “Vine acá y Pilarcita me acogió como a un hijo”; cuenta mientras su ‘mamá postiza’ atiende a los clientes.

¿Cuál es la especialidad? Pilar indica que el coctel que realiza es algo muy tradicional en la mayoría de mercados capitalinos: zumo de la naranjilla, huevo y alfalfa. “Este jugo es ideal porque tiene mucho hierro y puede hasta revitalizar a las personas que están sumamente débiles”, asegura.

En su puesto se ha especializado incluso para las mujeres embarazadas. Con dos ingredientes, Pilar garantiza que las futuras madres estarán fortalecidas si se ‘pegan’ un buen vaso de malta con huevo o malta con alfalfa.

Pero hay un batido que es recomendable para quienes quieren aumentar su potencia, en todo el sentido de la palabra, como dice esta carismática vendedora. “En este mercado tenemos el jugo llamado ‘levantamuertos’”.

Pilar dice que es una mezcla de naranjilla, alfalfa, los pequeños huevos de la codorniz, un poco de malta y el ingrediente no tan secreto, pero potente, que es el borojó. “Eso es tan bueno que incluso puede curar hasta el chuchaqui”, detalla la mujer sin dejar de atender a sus fieles usuarios. 

¡PARA LA OLLA!

Solo EXTRA piensa en tu bolsillo, por eso creó esta sección, para que te chupes los dedos y ahorres billete. La nutricionista Evelyn Astudillo nos ayudará con ese objetivo, por eso compartió una receta para el desayuno: un plato de plátano con leche y avena. Tiene las tres B: bueno, bonito y barato.

- 3 plátanos amarillos, $ 0,30

- 1 litro de leche, $ 0,90

- 2 cucharadas de avena en cada plato, (la libra cuesta $ 0,60).

Preparación:

1. Solamente tiene que pelar los plátanos y tenerlos listos a la hora de ponerlos en el plato.

2. Si desea puede hervir la leche o también es una buena opción usarla directamente de la funda.

3. Incorpore los ingredientes en un plato y sirva. Puede completarlo con una pizca de canela.

4. La cuarta opción también es haciendo un batido con todos los ingredientes.

Beneficios:

La principal ventaja es la sensación de saciedad que brinda este preparado. Además, ayuda a que el cuerpo tenga mayor energía y vitalidad. Si el consumo es constante, se tendrá incluso una mejora en la piel. Además, fortalece el sistema inmunológico.