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Mataron a un reciclador en La Roldós
Habitantes que viven cerca de la quebrada Curiquingue están aterrados por estos crímenes. El sector está en el noroccidente de Quito.
Tres investigadores de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) caminaban por una calle cercana a la quebrada Curiquingue, en La Roldós, noroccidente de Quito. Ellos buscaban pistas tras el crimen de un hombre, de aproximadamente 35 años, ocurrido la madrugada de ayer.
“La víctima no fue identificada. Se indaga cuál fue el móvil de esa muerte”, dijo uno de los agentes. Lo único que oyeron unos poquísimos vecinos fue el grito de aquel hombre que se dedicaba al reciclaje, quien pidió ayuda luego de que unos tipos lo apuñalaron.
Segunda muerte
Cuando las personas salieron solamente vieron el cadáver tirado en esa calle adoquinada. “Este es el segundo crimen ocurrido en esa semana”, relató angustiada Enith Moncayo, quien vive en una casa cerca de esa hondonada.
La mujer se refirió a que la tarde del miércoles otro hombre fue hallado muerto en la quebrada Curiquingue. Según la policía, se trataba de una persona de 50 años que recibió una puñalada. “Era un habitante que supuestamente se dedicaba al consumo de estupefacientes”, confesó un agente sobre ese caso.
Otros moradores contaron que ese punto es escogido por drogadictos para robar y para consumir. “El problema es que se pelean entre ellos”, contó Georgina Flores, moradora que tiene su vivienda al filo de la quebrada.
Las personas piden más patrullajes para evitar muertes porque el sitio es sumamente inseguro, afirmaron.
Moradora