En abril de 2020, una tragedia empañó la vida de José Pilatuña Chanfla. En medio de la pandemia por COVID-19, su esposa, María Tarco, falleció mientras alumbraba a la menor de sus hijas en un hospital de Guayaquil. El cadáver nunca apareció y esto se convirtió en un golpe que destrozó al chimboracense y a sus ocho hijos.

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Sin embargo, dos años después, José decidió darse una segunda oportunidad y entabló una relación con una mujer con quien procreó un bebé, de meses de nacido. Pero otra vez la desgracia volvió a sacudir a la familia Pilatuña. José, de 48 años, es una de las seis víctimas mortales de la matanza ocurrida la noche del sábado en los exteriores de un centro comercial ubicado en la avenida Nicolás Lapentti, en Durán.

Las otras víctimas de esta masacre, provocada por miembros de una organización criminal que atacó a estas personas porque se negaron a pagar la ‘vacuna’ son: Ángel Manuel Valla Lluma, de 40 años; Jordy José Balla Daquilema, de 19, José Ángel Cepeda Parco, de 38; Aldayr Riofrío Balón, de 24 y un adolescente de 15 años.

Familiares de Pilatuña, quien era oriundo de Colta, cantón de la provincia de Chimborazo, contaron que desde hace 3 años, después de la muerte de su primera esposa, él comenzó a laborar como mototaxista y que con el poco dinero que ganaba mantenía su hogar.

“Era un hombre trabajador que no se metía con nadie. Cuando su esposa murió fue un golpe para sus hijos, la bebé recién nacida quedó al cuidado de su hermana mayor. Ahora estaba tranquilo, tenía su pareja y un bebito que nació hace poco. No sabemos las causas, pero creemos que fue por ‘vacunas’. En Durán a todos los negocios los están extorsionados”, relató la allegada.

Familiares de José Ángel, otra de las víctimas, contaron que él también era oriundo de Colta y que tenía diez años residiendo en Durán y la mitad de ese tiempo laborando como mototaxista.

Moradores indicaron a la Policía que en días anteriores un dirigente de la cooperativa de mototaxis había sido víctima de un atentado, provocado presuntamente por los Chone Killer, la organización delictiva que estaría tras este hecho violento que además de seis muertos dejó dos heridos.

En el lugar de los hechos, agentes de Criminalística recogieron siete vainas percutidas calibre 9 milímetros y 40 calibre 5.56. 

La matanza registrada en los exteriores del centro comercial de Durán no fue el único hecho violento que se registró el último sábado en este cantón del Guayas. Casi a la misma hora de la masacre, en la cooperativa 28 de Agosto, fue asesinado Carlos Luis Paz Andrade, de 24 años. Él tenía dos antecedentes penales, uno por tenencia y otro por tráfico de droga, y hace cinco meses residía en el sector donde fue ejecutado a tiros por sujetos que llegaron en dos vehículos.

A las 20:00, un morador de la cooperativa Los Cerezos alertó del hallazgo de un cadáver envuelto en fundas plásticas de color negro. Al llegar la Policía constató que se trataba de un hombre y que lo habrían decapitado. “Solo se halló el cuerpo. Tenía las extremidades superiores e inferiores amarradas. No pudo ser identificado porque no tenía documento”, afirmó una fuente policial.

Durante la mañana del sábado se registraron otros tres hechos violentos que dejaron cuatro víctimas mortales.

Sin embargo, los asesinatos no cesaron en este cantón, a las 11:20 de ayer domingo, en la cooperativa Por un Futuro Mejor, fue asesinado a tiros Marco Daniel Campaña Jiménez, de 19 años.

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