El ataque a tiros que ocasionó cinco decesos en Durán habría estado dirigida a un adolescente. Además, ya se tiene una presunción de qué banda criminal estaría detrás del hecho: Chone Killers.

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Aquella información fue proporcionada por el teniente coronel Santiago Gavilanes, jefe policial del distrito Durán. El uniformado también dijo que un fraccionamiento entre organizaciones delictivas podría haber sido la razón que originó la balacera.

“Lo que conocemos es que fue una actuación entre vehículos y motocicletas”, indicó, respecto a cómo se movilizaban los malandrines responsables del horrendo acto. El caso se registró alrededor de las 20:00 del lunes 7 de abril.

El menor de edad al que buscaban eliminar los implicados fue perseguido por sus verdugos. Él, desesperado por escapar de los individuos, ingresó a un parque de la cooperativa Ana María de Olmedo.

En ese momento, un grupo de ciudadanos se encontraban en el interior del área de recreación, conversando en una glorieta. En una trágica coincidencia del destino, los proyectiles también cayeron contra esta multitud.

Además del chico, otras cuatro personas murieron por efecto del atentado. Adicionalmente, otras tres quedaron heridas y fueron llevadas hacia casas asistenciales.

La reacción avezada de pistoleros

En el fatídico instante de la matanza había gendarmes cerca. Al oír los disparos fueron al área del parque e identificaron a dos sospechosos, quienes iniciaron un cruce de disparos.

“Pese a que se daba a unas cuatro o cinco cuadras un operativo policial, ellos proceden a este ataque. En el momento en el que la Policía Nacional reacciona, tenemos un enfrentamiento con ellos. Conocemos que existen dos delincuentes heridos”, narró Gavilanes.

Este martes 8 de abril por la mañana, en el parque aún se encontraban algunas de las pertenencias de los difuntos, como dos mochilas, una gorra, una funda con verduras. Y también tres restos de proyectiles.

Eran albañiles, según residentes

Dos moradoras mencionaron que las víctimas colaterales eran albañiles, que solían reunirse ocasionalmente en ese parque para ingerir trago y jugar cartas.

“Esto fue horrible, se escuchó una serie de tiros. Yo me tuve que tirar al piso dentro de mi casa, porque fueron varios disparos”, contó una de las señoras.

Su traumático recuerdo tomó fuerza al notar que en un auto estacionado cerca al parque había dos orificios provocados por los impactos de balas. En la ventana de una casa contigua también había un hueco por la misma causa.

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