Exclusivo
Actualidad
Manta: El particular detalle que permitió identificar el cadáver de un pescador desaparecido
El cuerpo del trabajador de mar Carlos Alfredo Palma Barcia fue velado en su casa. Uno de sus hijas comentó que él era el sostén de la familia.
Un tatuaje de un corazón en su brazo derecho y un lunar en la pierna izquierda fueron los elementos que ayudaron a calmar la angustia y la incertidumbre de la familia del pescador Carlos Alfredo Palma Barcia. El hombre de mar estaba reportado como desaparecido desde el pasado 2 de noviembre.
"Cuando nos llegaron datos que habían encontrado un cuerpo yo tuve una corazonada que era el. Tenía esa sensación que estos días de angustia y desesperación que hemos vivido iban a culminar con este hallazgo. El lunar y el tatuaje fueron importantes para poder reconocerlo", expresó entre lágrimas Luis Ponce, hijo de corazón del pescador.
La mañana del 18 de noviembre, el cadáver de Carlos Alfredo era velado en su vivienda ubicada en la ciudadela 20 de mayo, en Manta, provincia de Manabí. Una foto del retrato se observaba en la mitad de la sala, detrás estaba el ataúd rodeado de flores y velas prendidas. Sus familiares y amigos llegaron a las 06h00 a velarlo. Se tenía previsto el sepelio a las 14h00 en el cementerio del barrio Cuba.
"Estamos agradecidas con Dios y todas las personas que nos ayudaron a difundir la información. Es una calma enorme la que nos ha llegado al saber que podemos darle cristiana sepultura a mi padre. Tendremos un lugar donde visitarle y llevarle flores", indicó Angie Palma, hija del pescador.
La entristecida mujer recordó que la pesadilla inicio el pasado 2 de noviembre. Ella logró llegar del trabajo y despedirse de su padre en aquella tarde, sin imaginar que era la última vez que le vería con vida. Al siguiente día una llamada sobre su desaparición les inundó de dolor y tristeza. Su padre había caído de una lancha cerca de la Isla de la Plata, territorio marítimo del sur manabita.
Desde ese momento los familiares de Carlos Alfredo recorrieron playas y puertos buscando noticias del cuerpo, se comunicaban con otros pescadores para que pudieran buscarlo. En su hogar las velas no se apagaban, mucho menos la esperanza de encontrarlo.
Pegaron afiches por doquier, las horas de sueño se habían acortado y a medida que los días pasaban la intranquilidad aumentaba. Incluso sus colegas le celebraron una misa en el barco que remolcaba a la lancha donde hacía sus faenas pidiendo por su hallazgo.
No fue hasta la tarde del jueves 16 de noviembre que un cadáver fue hallado en estado de descomposición en una de las playas del cantón de Pedernales, norte de Manabí. Luego de los procedimientos de ley pudieron comprobar que se trataba de su ser querido.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ! |