La violencia anduvo de ‘tour’ el fin de semana en la provincia de Manabí. Las huellas sangrientas quedaron marcadas en un prostíbulo, dos restaurantes y hasta en un centro de salud. Tres fallecidos y 5 heridos dejaron los ataques perpetrados a plomo que ya no respeta, de nuevo, el reciente estado de excepción.

Uno de los casos más alarmantes se registró en el cantón de Puerto López, en el sur de la provincia de Manabí, en un chongo. Las ‘bielas’ iban y venían, la gente disfrutaba de los bailes y shows eróticos hasta cuando todo ese ambiente de algarabía y diversión nocturna se vio trastocado por un relajo entre personas.

Producto de ello, el ciudadano Fernando Gabriel Benavides Cabrera, de aproximadamente 30 años, resultó herido tras ser golpeado en la cabeza. El hombre fue trasladado hasta el Centro de Salud Puerto López en una mototaxi.

Uno de los guardias permitió el ingreso del herido para que fuera atendido en el área de Emergencias. Benavides era trasladado en una silla de ruedas por uno de los pasillos de la casa de salud cuando fue sorprendido con al menos dos tiros en la cabeza.

Un sujeto había llegado en moto e ingresó abruptamente hasta el centro asistencial y ejecutó el ataque. El baleado quedó inerte en la silla de ruedas, bañado en abundante sangre. Producto del hecho violento otras dos personas, trabajadores del lugar, resultaron heridas. Asimismo, los tiros afectaron la infraestructura del área de salud.

De acuerdo con la información de la Función Judicial, Fernando Gabriel Benavides Cabrera registraba un antecedente en 2019 por el delito de tráfico de sustancias sujetas a fiscalización. Las autoridades investigan las raíces del incidente ocurrido en el night club y la plomiza posterior que dejó un fallecido.

Plomo a la ‘parrilla’

La segunda víctima en este ‘paseo’ de la violencia fue Fabrizio Leonardo Cañarte Acosta, de aproximadamente 45 años, quien había acudido al negocio de venta de asados de un familiar muy cercano para ayudarle en su día de reinauguración. Todo iba bien, los clientes llegaban y él daba una mano para agilitar la atención.

La jornada parecía normal hasta que la ‘huesuda’ se presentó y no precisamente para merendar. Llegó para empañar la noche y ofrecer un menú de plomo, sangre y dolor. Cañarte, conocido como El Loco, recibió al menos dos disparos que le apagaron la vida ante la mirada de sus seres queridos y clientes que se lanzaron al suelo tras el ataque.

El hecho se registró aproximadamente a las 22:00 del sábado 16 de marzo en la Calle 9 y Avenida 35, del populoso barrio Santa Martha, en Manta, provincia de Manabí. Cañarte, quien era un comerciante de pescado, quedó en el suelo, bañado en sangre y sus familiares lloraban desconsolados. Una dama resultó herida como blanco colateral.

El último encebollado

La tercera persona asesinada en este ‘tour’ de la ‘huesuda’ fue Anthony Cedeño Catagua, de 27 años. Él se comió el último encebollado antes de ser asesinado de varios tiros.

El hombre había acudido hasta la zona comercial del Nuevo Tarqui, en Manta, Manabí, a degustar este popular platillo junto a dos amigos cuando fue sorprendido por sus verdugos.

Otros dos ciudadanos resultaron heridos y fueron trasladados de urgencia a un hospital de la provincia. La Policía Nacional a través de la Unidad especializada de Criminalística levantó 10 indicios balísticos, de un arma de fuego calibre 9 milímetros. Los pistoleros se movilizaban en una motocicleta y huyeron con rumbo desconocido.

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