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Magdalena Cifuentes conquista con su sazón en el patio de comidas de Santa Clara
La caserita ha ‘seducido’ a sus clientes con la preparación de sus platos. Los preferidos son seco de chivo, caldo de pata y guatita
Hay hombres que prefieren las manos de Magdalena Cifuentes antes que las de sus esposas. Pero no hay que pensar mal. Estos comensales no buscan masajes ni cariños, sino una buena sazón en la preparación de un rico seco de chivo, una guatita o una fanesca.
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La comerciante trabaja en el patio de comidas del mercado de Santa Clara, en el centro norte de Quito, y comenta que sus platos son tan deliciosos que, en ocasiones, cuando el día está bueno, termina de venderlos antes del mediodía. “Debo esconderme porque hay clientes que quieren más y ya no tengo”.
A Magdalena también la conocen como doña Pili porque su madre, de quien heredó el negocio, se llamaba Pilar. Por otro lado, sus clientes frecuentes la suelen decir ‘sambita’ porque siempre anda maquillada y bien presentada. Es la coqueta del centro de abastos.
Luis Ortega es uno de los ‘tragaldabas’ que prefiere ‘traicionar’ a su esposa para ir a almorzar donde doña Pili. Cuenta que una vez a la semana, ‘religiosamente’, acude al mercado para pegarse alguno de sus platos. Prefiere el seco de chivo o el caldo de patas “porque tiene un sabor de casa y los alimentos con los que prepara no son guardados”.
Ortega afirma que ya son seis años que se pega una escapadita para sentir la sazón de la sambita en su boca. El comensal agrega que la caserita lo ‘enamoró’ no solo por la rica comida, sino por su forma de ser. “Tiene una calidez y sencillez únicas”.
Magdalena también dice que se ha ganado clientes con su picardía. En una ocasión, un comensal le dijo que cocina tan rico que quería llevarla a su casa. “Le dije que me lleve para otra cosa, no solo para cocinar”.
Esfuerzo que da frutos
Magdalena vive en el sector de la Santiago, en el sur de Quito. Todos los días se levanta a las 03:00. Se alista y prepara algunos alimentos que tiene que llevar al centro de abastos. Es una de las primeras en llegar al lugar, a las 04:30. Eso sí, enfatiza que siempre se santigua para poder vender todo y regresar sana y salva a su casa.
Desde esa hora se pone a pelar cebollas, cocinar el arroz y hacer los refritos para sus platillos. Lo hace con tanta devoción como la que tiene por la Virgen de Guadalupe y el catolicismo.
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Tanto es así que ha ganado varios concursos con la preparación de la fanesca. Hace seis años compitió contra caseritas de 44 mercados de Quito y la consistencia, el color y, sobre todo, el sabor del plato de doña Pili se impuso.
Muchos de sus clientes le han dicho que sus manos son milagrosas. “Un señor me decía que tengo las manos bendecidas por Dios”. Sin embargo, la caserita es modesta y resalta que sus platos tienen productos frescos y su ingrediente secreto es ponerle cariño y trabajar con amor. “No porque estamos en el mercado hay que dar cosas mal preparadas”.
LA RECETA:
Un Batido Poderoso para una persona
La nutricionista Carolina Alvear trae una receta que no puede faltar en la dieta diaria de una persona que lleva la vida saludable. El siguiente batido tiene las cualidades de ser energizante y desintoxicante. ¡Pruébalo!
Ingredientes:
- 1 manojo pequeño de espinacas
- ½ pepinillo
- 1 rodaja de jengibre
- 1 rodaja de piña
- 1 cucharada de avena
- 70 ml de agua
- Cubos de hielo
Preparación:
1. Colocar todos los ingredientes en la licuadora
2. Licuar por 2 minutos
3. Poner en un vaso y degustar
Beneficios:
Este poderoso batido es ideal para los niños y adolescentes. Lo mejor es consumirlo en ayunas porque nos dará energía para nuestro día y a su vez depura las toxinas y excesos de ‘comida basura’ que se ingirió durante las vacaciones.
El canasto:
Los ingredientes para esta rica receta los encuentra en cualquier mercado de la capital. Un manojo de espinaca se lo puede comprar en 0.25 centavos. El pepinillo a 0.30 centavos. La rodaja de jengibre en 0.25 centavos. La piña entera se la consigue en 1 dólar.
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