La gente de la comunidad de Yanahurco, en Cayambe, cantón al norte de Quito, se unió para acompañar en la tragedia que vivió la familia Neppas – Cacuango luego de perder a tres de sus integrantes. María Cacuango junto a sus hijas Rosalía y Diana Neppas fueron destrozadas durante la caída de un rayo cuando estaban en labores agrícolas.

La desgracia que cayó del cielo se produjo el martes 24 de abril y un día después se hicieron las honras fúnebres en la casa de las víctimas. Sus ataúdes fueron ubicados, uno junto al otro, dentro de una pequeña habitación de la humilde casa empotrada en un páramo con vista al volcán Cayambe.

El frío resoplaba y la gente acomodada bajo una carpa hablaba en susurros. Aquella tenue conversación de las personas solo se interrumpió por el mugido lastimero de una vaca que era sacrificada para la comida del velorio.

Cerca de ese matadero improvisado estaba Freddy Neppas, hijo de María y hermano de las otras dos jóvenes. Parado frente a esa res degollada se atrevió a contar lo que sucedió la tarde del lunes.

“Nosotros tenemos la costumbre de ordeñas a nuestras vaquitas, todas las mañanas y las tardes. Y ayer (24 de abril) no fue la excepción”, detalló. María, su esposo Cristóbal, su nuera Verónica Quimbia y las hijas de la pareja fueron hasta el campo donde está el ganado.

No se pudo hacer nada

Eran las 16:00 cuando la lluvia empezó a caer. La familia, a más de ordeñas a las vaca, también estuvieron quitando la hierba a un sembrío de papas.

“Yo estaba en ese momento subiendo en la camioneta para ver a mis parientes. En ese momento, vi que cayó un rayo, pero no fue muy fuerte. Pero luego cayó otro y ese sí fue cerca a donde yo estaba”, expresó Freddy mirando al suelo.

Rápidamente condujo hasta donde estaban sus seres queridos. Al encuentro salió el hijo de Freddy que estaba también por la zona y le confirmó la desgracia.

Freddy corrió hasta el sembrío y vio a todos tirados en el campo. Al intentar reanimarlos, solamente respondieron su padre Cristóbal y Verónica. María, Diana y Rosalía habían fallecido por las potentes quemaduras provocadas por el rayo.

De inmediato los subió al vehículo mientras pedía ayuda a otros vecinos, quienes se contactaron con los bomberos. Una ambulancia subió a la zona de la desgracia, pero se encontró a medio camino con Freddy y los afectados.

Los paramédicos nada pudieron hacer por los fallecidos y concentraron sus esfuerzos para estabilizar a los dos sobrevivientes, quienes fueron ingresados al hospital de Cayambe.

Al tiempo, los cadáveres eran ingresados en la morgue para las necropsias. Luego de un par de horas, fueron entregados a sus familiares y fueron llevados hasta el domicilio en Yanahurco.

Una posible causa

El relato de Freddy solo era interrumpido por las muestras de afecto que le brindaban sus vecinos. Antes de entrar a la carpa donde estaban las demás personas, al pariente de las fallecidas le daban abrazos bastante sentidos.

Uno de los presentes era Joaquín Tipanluisa, presidente de la comunidad de Yanahurco. Él recordó la solidaridad que demostraban las fallecidas en su día a día.

“La señora María era bastante colaboradora. Junto con sus hijas e hijos iban a las mingas que siempre hacemos. Su esposo también es muy entregado al bienestar de la comuna”, contó.

El dirigente explicó que un posible motivo para que el rayo cayera donde estaba la familia fue por un celular. Al parecer, ellos estaban llamando por teléfono lo que habría provocado al fatal desenlace.

Freddy contó que sus dos hermanas tenían un hijo cada una. “Ellos tienen 7 y 5 años. Unito se queda bajo el cuidado del papá, pero el otro no”, detalló antes de entrar a acompañar a sus parientes fallecidas.