Son las 8:30 del sábado 22 de julio. Las herraduras de los caballos empiezan a chocar contra el pavimento de las calles de Machachi, cabecera cantonal de Mejía, al sur de Quito. El sonido de motor de los tractores da cuenta de que el Paseo Procesional del Chagra comenzó.

Un toro bravo amarrado por los cuernos por unos ocho hombres abrió el desfile. Está es una escena típica que muestra el trabajo de las haciendas con el ganado de lidia.

Son dos kilómetros y medio de recorrido, en los que delegaciones de otros cantones, alcaldes, prefectos y concejales llegan vestidos con ponchos y sombreros para saludar a esta ciudad por sus 140 años de cantonización.

En este desfile se congregaron 2.000 personas entre bailarines, chagras y músicos quienes exaltan la cultura chacarera de esta región. Pero no solo ellos, también los tractores.

Estos vehículos dejaron los sembríos para rodar por la parte urbana. "Antes se usaban animales, pero nos hemos modernizado", dice José, uno de los chagras que va repartiendo chicha al público.

La agricultura es eje principal de la vida de los mejienses, así como la ganadería. Según Janeth Veloz, directora de Participación Ciudadana y Cultura, estás actividades representan el 75 % de la economía de Mejía, que se complementa con el turismo, pues está rodeada de volcanes y parajes andinos envidiables.

Los chagras limpiaron la tierra que queda del trabajo de campo de aquellos pesados automotores para 'vestirlos' con flores, frutas, choclos, papas y ramas de sunfo -planta energizante propia del páramo- para mostrar su orgullo Chagra.

Otros armaron tarimas sobre las estructuras metálicas, en las que los niños de las familias iban saludando y lanzando dulces y fundas de tostado a los turistas. También hay espacio para que las orquestas den su show en vivo.

"Ser Chagra es un privilegio. A nosotros el frío no nos afecta nos acaricia", dice Wilson Rodríguez, alcalde de Mejía.

Frente a la tarima principal, los jinetes -hombres y mujeres- muestran sus habilidades para montar caballos, para enlazarlos y domarlos.

SE RECUPERAN

Veloz cuenta a EXTRA que es la primera vez, después de la pandemia, que Mejía vuelve a tener masiva afluencia de visitantes. "El año pasado sí hubo paseo pero la gente aún estaba temerosa", dice.

El alcalde de Mejía Wilson Rodríguez, calcula que al menos 100.000 personas llegaron a Machachi para disfrutar del desfile. Esto da cuenta de la recuperación económica y turística del cantón.

La organización está a cargo, desde hace 40 años, de la Asociación del Chagra (Acocha) en conjunto con la alcaldía. "Nosotros dimos acompañamiento y organizamos otras festividades. Es un trabajo en conjunto", dijo Wilson Rodríguez.

Las delegaciones, generalmente de familias hacendadas van entregando, además, presentes a las autoridades locales: cuy, papas, mote, habas, hornado, dulces. "Es el cariño y generosidad que le caracteriza al Chagra. Eso no es solo en el Paseo, sino siempre", concluye el alcalde.

Los tractores terminan su desfile y se encaminan a la parte rural de Mejía para 'quitarse' sus trajes de gala y volver a labrar la tierra.

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