Treinta años después de haberle cortado el pene a su marido con un cuchillo de cocina, el caso de Lorena Bobbitt sigue causando muchos recuerdos, comentarios y hasta bromas entre quienes lo recuerdan, y revuelo y estupor en aquellos que recién lo conocen.

Pero a lo largo de todos estos años ha sido la misma Lorena Bobbitt quien poco a poco ha ido despejando el por qué le cortó el pene a su esposo, John Bobbitt, un ex marine norteamericano con quien se casó cuando ella apenas tenía 19 años, en lo que parecía una boda de ensueño para una migrante ecuatoriana que había ido muy jovencita en busca del llamado 'sueño americano'.

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Esa madrugada del 23 de junio de 1993 él llegó borracho, la golpeó como muchas veces lo había hecho y la violó. Ella aguantó y solo esperó a que se durmiera. Luego fue a la cocina y de allí tomó un cuchillo de unos 20 centímetros de largo y regresó en silencio, temblando, aún dolida y con una mezcla de rabia al cuarto y le cortó el pene.

“Moví las sábanas y se lo corté. Fui al cuarto de estar, cogí mi bolso y me marché del apartamento. Llegué al coche, lo arranqué y, mientras iba conduciendo por la calle me di cuenta de que no podía girar porque tenía algo en la mano. Entonces vi que aún tenía el pene y lo tiré por la ventanilla”, declaró semanas después del suceso, que hoy cumple 30 años.

Ya después, cuando fue detenida por la Policía, su esposo ya se había levantado y estaba en el hospital, pero sin su miembro viril. Sangraba y 'su hombría' se veía 'cortada'. Y por eso ella confesó: "No soy vengativa. Por eso les dije dónde estaba el pene". Los policías fueron a buscarlo y lo encontraron. Luego los médicos se lo reinsertaron a Bobbitt.

El jucio que pasó fue severo, pero Lorena se queja de que "la gente y la prensa se centraban solo en eso, en lo del pene. Por alguna razón, todos simplemente estaban obsesionados con el corte del pene, en lugar de lo que en realidad es la esencia y el núcleo de la historia”.

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Lorena, quien después de divorciarse de su esposo volvió a usar su apellido paterno, Gallo, Lorena Gallo, también señaló que "mucha gente no sabe cómo escapar de ese círculo vicioso en el que (las mujeres) estamos atrapadas psicológicamente, sexualmente... ni siquiera la policía sabía cómo ayudarme".

En 2020 se presentó la película "Yo soy Lorena Bobbitt", en la que se cuenta su historia y en la que ella también aparece narrando lo sucedido, al igual que se presentan versiones de la época de su entonces marido John Bobbitt, los testigos, abogados y el juicio en sí mismo.

Y es que Lorena Bobbitt fue tendencia mundial aún cuando no había redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y ni el WhatsApp. De haber existido estas para esa época, su nombre habría resonado con mayor fuerza en todo el planeta.

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