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El ingreso a La Perla el viernes 11 de noviembre.EXTRA

A La Perla se subieron 80 000 personas en 15 días

El último feriado hubo 60 000 personas, según el Municipio de Guayaquil.

A las 22:00 de este 12 de noviembre cientos de personas ocupaban la explanada de La Perla en el Malecón Simón Bolívar. Las llamativas luces de colores de la noria invitaban a más de uno a llevarse un recuerdo fotográfico. Mientras parejas, amigos y familiares hacían largas colas en la boletería para disfrutar de los 10 minutos que dura una vuelta en La Perla. Por ser un día de fin de semana, las entradas iban desde USD 2,50 para tercera edad y discapacitados, USD 4,99 la general y USD 12 el express - que permite el ingreso más rápido a la noria y llevarse una foto. Entre lunes y viernes los valores son de USD 1,74 para tercera edad y discapacitados, USD 3,50 general y USD 8,99 la express.

La historia se repetía en el ingreso a rueda moscovita. Ahí la fila ocupaba por completo el espacio establecido para tomar una de las 36 cabinas. Sin embargo, las personas preferían matar el tiempo tomandosé ‘selfies’, conversar con su acompañante o comer ‘snacks’. La imponente estructura circular se reflejaba en el río Guayas como juegos pirotécnicos de luces en fin de año. El escenario parecía repetirse, como el sábado pasado, durante el feriado. Denisse Romero de 23 años recuerda que para esos días “la boletería y el ingreso estaban a full”, por lo que optó, junto a su novio, posponer la visita a La Perla. Romero narra que las colas parecían interminables “peor que en banco”.

El feriado de cinco días hubo gran afluencia de gente a la noria. De hecho, según los datos oficiales, en los primeros 15 días de operación de la rueda ya se registraban 80 000 que habían disfrutado del paseo. La Perla se inauguró el 26 de octubre, ese día la primera vuelta fue gratis. July Wolt, jefa de prensa del Municipio de Guayaquil, explica que los días de mayor afluencia han sido los fines de semana y solo durante el feriado ya se contabilizaron 60 000 personas.

El sábado 12 de noviembre la noche transcurría, mientras unos ingresaban con expectativas de ver la ciudad a 57 metros de altura, otros salían un tanto desilusionados de la experiencia. Por ejemplo Madelaine López, que subió a la rueda junto con su familia. A ella le pareció muy poco tiempo en relación al costo. Lopez sugiere que deberían ser dos vueltas. El mismo sin sabor compartían Raquel Barahona y su novio Pablo Toasa, de Cotopaxi. La molestia de la pareja se debió a que tuvieron que esperar una hora para un trayecto de 11 minutos, tiempo que duró su experiencia en la rueda. Toasa narra que pagó casi USD 11 por las dos entradas. Enrique García llegó a La Perla, desde Machala; trajo a su esposa e hija a Guayaquil. Para García el trayecto de la rueda estuvo “muy lento”. Sin embargo, se llevó una vista agradable de Guayaquil, al observar la ciudad desde tan alto. Cerca de las 22:30 Luis Zambrano y un amigo bajaron de la noria. A Zambrano le encantó la adrenalina que genera el recorrido circular de La Perla, solo le sorprendió el valor que pagó por lo boletos (USD 9,99 por los dos pasajes).

La historia fue diferente la mañana del 11 de noviembre. Alrededor de las 10:30 la explanada de La Perla estaba semi vacía. En la boletería estaba Jonathan, quien compraba cuatro entradas para él y sus amigos. En el ingreso a La Perla no hubo filas y el trayecto duraba lo de siempre, los diez minutos establecidos. Durante ese tiempo gran parte de las cabinas iba vacía. Jonathan, de 18 años, asegura que “la experiencia no se compara con otros lugares turísticos de Guayaquil”. Su momento favorito fue divisar El Faro, en La Peñas. Minutos después, Edwin Olvera y su novia Gabriela bajaban de la noria. Ellos llegaron desde Loja para realizar trámites en la ciudad y se enteraron sobre La Perla por un volante, por lo que decidieron darse una vuelta antes de regresar a su ciudad. No tuvieron que hacer fila para ingresar a la rueda ni se quejaron; se llevaron un buen recuerdo de un paisaje distinto de la ciudad.