Maritza Montalvo es curtida en temas paranormales. Se le pone la piel de gallina cuando escucha u observa cosas raras durante la madrugada en el edificio Salinas, ubicado en el centro norte de Quito, donde reside desde hace 20 años.

“En esta propiedad pasan cosas muy extrañas”, dice en voz baja, sentada en la recepción del inmueble.

Cuando todos duermen, ella ha escuchado como si alguien soltara canicas en el suelo. También ha visto cómo se prenden solas las luces de su pasillo y hace dos semanas un supuesto espectro habría hecho travesuras en su departamento.

Asegura haber escuchado los pasos de una persona que caminaba por la sala. “Parecía que arrastraba unas sandalias. No salí”. Luego, durante algunas mañanas, cuando se despertaba para hacer el desayuno encontraba su refrigeradora abierta.

Para ella, estos eventos responden a entes que le quieren decir algo o que la están cuidando. Hace pocos días vio que el ascensor subía y bajaba sin que nadie lo accionara.

Muertes y presas de pollo

Montalvo cree que el edificio se volvió ‘maldito’ luego de que ocurrieran dos muertes. La primera fue hace más de 10 años cuando a una empleada de uno de sus vecinos la hallaron colgada en el parqueadero.

Un guardia de seguridad que trabajaba allí comenta que era muy querida por todos.

El otro caso fue hace dos años, uno de los habitantes de esta propiedad, según Montalvo, “se dejó morir”. Se trataba de un adulto mayor que vivía solo y que estaba deprimido. En una ocasión habría decidido dejar de salir de su departamento y a los cinco días lo hallaron sin vida.

Luego de estos eventos, el celador mencionó que se escuchaban los llantos de una niña y los pasos de personas. Vicente Yánez es el actual cuidador del edificio. Trabaja hace más de un año y comenta que siente malas vibras cuando camina por los lugares donde murieron dichas personas.

Pero hay algo más que le parece perturbador. En algunas ocasiones, al cambiar de maceta a una planta se ha encontrado con presas de pollo cocinadas, escondidas entre la tierra. “Cualquier persona que haya hecho eso está mal. No sé si será brujería”, mencionó.

Montalvo corrobora este hecho porque ella también se ha topado con huesos de pollo en las macetas que están en su piso. Cuenta que en la puerta del departamento de una vecina lanzaron un huevo.

Por todos estos eventos, la señora y el guardia han solicitado a la administradora del edificio que coloque cámaras de vigilancia, pero, según ellos, se ha negado a hacerlo.

Hasta llevaron a un cura para que bendijera el lugar, pero tampoco les ha dado resultado. Los espíritus siguen haciendo de las suyas.

Posible magia negra

Ricardo Mera, experto en temas paranormales, dice que el sector es pesado porque en ese edificio y en los aledaños se han registrado varios suicidios.

Él incluso ha hablado con los espíritus de ellos. Recuerda que hace dos años sacó psicofonías (grabación de sonidos atribuidos a espíritus) en las que, según Mera, las almas le contaron por qué se habrían quitado la vida.

Sobre las presas de pollo y el huevo que arrojaron a un departamento, Mera afirma que se trataría de brujería. “Los brujos utilizan las presas de pollo, los huesos y hasta las plumas para hechizar a la gente”.

Añade que este tipo de ‘trabajos’ suelen hacerlos en la magia negra para dañar a una persona en aspectos de salud “o quitarle el dinero y la prosperidad”.