Indignación e impotencia. Más de 200 pacientes con discapacidad física que se atienden en el Teodoro Maldonado Carbo y están en espera de una prótesis desde hace dos y hasta cuatro años, se sienten otra vez burlados con la decisión de este hospital del IESS de declarar desierto el concurso de compra de los dispositivos.

“Por considerarse inconveniente para los intereses nacionales o institucionales todas las ofertas o la única presentada”, justifica la resolución que declaró desierto el proceso de contratación el pasado 6 de febrero, según consta en el portal del servicio de Compras Públicas.

La adquisición de las prótesis es una oferta repetida por cada nueva administración del hospital en los últimos tres años, aunque, paradójicamente, la que llega suele desechar los procesos en marcha y anunciar otro.

Así ocurrió en 2022, cuando ante un nuevo reclamo de los pacientes, el entonces nuevo gerente, Francisco Pérez, dijo haber heredado el problema de sus antecesores y aseguró que incluiría la compra en el presupuesto de adquisiciones de 2023 para entregarlos en ese año.

Pero eso no ocurrió y en 2023, sus sucesores, Mac Mera y luego Roque Villacís, impulsaron un proceso de contratación de 233 dispositivos, entre prótesis parciales o totales de piernas, codos, pies, hombros, manos, caderas, zapatos ortopédicos, guantes y otros equipos eléctricos o mecánicos, por un costo de 2’035.673,95 dólares.

El hospital no proporcionó detalles o los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión, que afecta directamente a decenas de afiliados y jubilados que requieren de una prótesis para recuperar o mejorar su movilidad, su audición o simplemente su calidad de vida.

Y, a diferencia de las administraciones pasadas, tampoco ha anunciado un nuevo proceso de compras o alguna fecha tentativa de entrega de los equipos.

“Tengo muchas dudas de que esto se dé. Voy para tres años desde que me operaron y necesito la prótesis y no hay nada avanzado. Cada vez y cuando hablan, dicen que ya van a entregar, pero nuevamente vuelve a cero”, expresa Fernando Santistevan, docente jubilado, quien en 2021 sufrió la amputación de una pierna. Hasta el año pasado, era uno de los 229 pacientes en lista de espera.

El ofrecimiento de las autoridades era entregarlos en el presente 2024. Pero la decisión de declarar desierto el proceso de compras decepciona otra vez a los asegurados, la mayoría de ellos adultos mayores cuya situación los hace depender de terceros para movilizarse.

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